De Gabriel Celaya (que Dios me perdone, por la herejía).
Lo de Agüera es un arma, cargada de soflamas (¡Jo!)
Cuando ya no hay argumentos de defender lo indefendible
Mas se palpita y se sigue, más allá del horizonte
Por el sur ya nos atacan esos que vienen del monte
Son gritos en el cielo y en la tierra son bárdulos.
Por qué vivimos a golpes, por qué apenas si nos dejan
Decir que soy guriezano,
Nuestros carteles no pueden ser sin pecado un adorno
Estamos rascando el fondo, estamos rascando el fondo.
Hago mía la falta, siento en mí el Agüera y canto, canto
Rodado, muéveme ese lindero que tanto he suspirado,
Cantabricia de mi alma, Cantabricia te he agrandado.
De una canción de guerra.
A las barricadas, a las barricadas, por el triunfo de la Cantabricidad…
De la Cantata de Santa María de Agüera
(que los de Quilapayún me perdonen, si pueden)
Señoras y señores
Venimos a contar
Aquello que la historia
No quiere recordar
Pasó en Guriezo el Grande
Agüera es el lugar
96 el año, más o menos, quizá
Allá el PP, pedáneo
Quería aquel pinar.
Nosotros Perrecistas
Luchamos sin piedad
Por devolver a Agüera
Su cantabricidad.
Allá el otro pepero
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