Viendo la Sesión Plenaria de 26
de noviembre de 2020, no salgo de mi asombro. Al tratar el punto segundo, del
plan presupuestario 2020-2023 no ha existido debate. Un pequeño y educado rifirrafe
entre el concejal Sr. Izaguirre y la Secretara Interventor, que nada aportaba a
la sesión ni al asunto a tratar.
En primer lugar tenemos que declarar
nuestro total desconocimiento del plan presupuestario aprobado con cinco votos
a favor y seis abstenciones. Formalmente la Alcaldía debiera plantear, además
del enunciado del punto a tratar, lo más básico de dicho plan presupuestario y
los puntos principales del mismo. Acto seguido abrir el debate bien en orden
inverso a la representación o en orden directo. Esto es, se abre el debate
dando la palabra al grupo minoritario o al mayoritario. Incluso, dando la
palabra al grupo de oposición y respondiendo bien la Alcaldía o el concejal
delegado de Hacienda y así sucesivamente; para después dar paso al concejal que
ha quedado un tanto descolgado del PP. Suponiendo, claro está, que el resto de
concejales ya lo tenían más que tratado y no van a tomar la palabra si no es
por alusiones directas.
Sin embargo la palabra la tomó el
Sr. Izaguirre para echar en cara a la Secretaría Intervención que no hubiera
hecho su, teóricamente, trabajo. Pues bien, parece mentira que la Alcaldía no
cortara un debate que nada tenía que ver con el asunto a tratar. No se trataba
de aprobar quién tiene que realizar dicho trabajo.
Cierto es que tanto la
Secretaría, a través de la dirección, jefatura o negociado de Patrimonio, ha de
presentar su informe y, de no existir dicho informe, no se debiera haber
presentado a la aprobación el plan presupuestario. De igual forma, la
Intervención debiera realizar su informe de fiscalización previa del Plan
presupuestario, que de no existir… bla, bla. Y por supuesto, no puede faltar la
Resolución del Sr. Concejal Delegado del Área de hacienda, que es quien en
realidad tiene la obligación, por delegación de la Alcaldía, de realizar y
llevar a cabo dicho Plan Presupuestario. Y en este último punto, el de la Resolución
del Concejal Delegado o bien de la propia Alcaldía, es donde se equivoca el Sr.
Izaguirre. Pero parece mentira que la Secretaría Intervención no se lo
espetara.
Razón tiene la Secretaría
Intervención sobre la falta de personal, funcionario, para la tramitación de
este tipo de expedientes. Y ello es debido a la falta de políticas de personal
que se suplen con contratos de servicio de empresas externas y privadas. Lo que
nos pasa por seguir votando a las mismas personas que desde hace décadas ocupan
cargos sin enterase de lo que les pasa a diario.
Permítanme recordarles que, al
igual que el presupuesto completo, este asuntillo aprobado hace tres días,
debiera publicarse en el portal de transparencia. Y en ese mismo portal,
debiera de estar colgado en la sección de Plenos, el orden del día de la sesión
y la grabación que sí han colgado en el caralibro del zukerpollas.
En el punto cuarto, la Secretaría
Intervención se toma atribuciones que no le competen y la Alcaldía no se lo
impide. Ese asunto lo ha de presentar bien la propia alcaldía o el concejal
delegado.
En el punto quinto, la moción del
grupo municipal SG, debe ser planteada por el portavoz del propio grupo
municipal, nada tiene que decir la Secretaría Intervención si no se le insta
por la Alcaldía a que ilustre, sobre el asunto, a los miembros de la
Corporación. Y efectivamente, tiene razón la oposición, se aprobó en el Pleno
de enero y no se ejecutó el mandato del Pleno. Pero su ejecución tenía que
haberla hecho el Sr. Llano y visto que no lo hizo, incumpliendo el mandato del
Pleno, debiera realizarlo la nueva alcaldía, para lo que no hacía falta una
nueva moción.
Es curioso seguir viendo cómo, de
urgencia en este caso, se siguen llevando a la aprobación del Pleno las
licencias de primera ocupación. Entre las competencias de la Alcaldía está la
de contratar y realizar concesiones de toda clase que no superen el 10 % del
presupuesto. Pues bien, una licencia urbanística que consiste en la concesión
de la licencia de primera ocupación de una vivienda, nunca podrá superar ese
10% del presupesto. Por tanto esa concesión de esa licencia no es competencia
del Pleno, sino de la Alcaldía. Otra cosa es que la Alcaldía haya delegado esa
competencia en la Junta de Gobierno o en el Concejal Delegado de Urbanismo.
Piensen que esa licencia no es
más que el documento en el que se concede el uso de una vivienda, tras la
certificación del técnico de urbanismo de que las obras se ajustaron al
proyecto y licencia de obras ya concedida.
Procedimiento reglado que no requiere más que la Resolución de la
Alcaldía o del órgano delegado de aquella.
Ahora entenderán muchos de
ustedes por qué se retrasan tanto esas licencias y por qué, absurdamente, se
tratan en el Pleno y de urgencia, como en este caso. Y para más inri, no dicen
de qué licencia de ocupación se trata (vivienda, tal; en el número, tal de la
calle, barrio o paraje, cual) que es lo mínimo. Pero en fin.
El sumun es colocar un
sistema de grabación que no prevé que los micros se abran y cierren por la
presidencia del pleno. Así que mientras alguien habla, se hace intraducible lo
que dice; ya que es un continuo ruido de cambiar papeles de un sitio a otro,
pasar de páginas, o comentario infortunado del resto de concejales.
Qué decir tiene si hablamos de
legitimidad para presentar alegaciones, no solo los concejales, sino
organizaciones vecinales, particulares, organizaciones sindicales, etc., a
cualquier acto administrativo. Faltaría más que no fuera así. Solo hace falta
mirar las normas del procedimiento administrativo. Un debate estéril, porque
efectivamente, habiendo presentado la oposición alegaciones a lo que fuere, han
de ser respondidas. Pero es que además se estaban tratando las alegaciones para
su desestimación, luego donde estaba el problema…
Si vamos a los asuntos
personales, apaga y vámonos.
En resumen:
No se debate lo debatible. No se
ejecutan los mandatos del Pleno y se presentan las mociones dos veces. Tratan
asuntos ajenos al orden del día en un debate que nada tiene que ver. Tratan
asuntos de competencia ajena al propio Pleno. Hay una sección de ruegos y
preguntas, pero se pretende preguntar en un punto de comunicación, en vez de
esperar. Se leen los informes que tenían que haberse leído en casa, pues tenía
que estar entre la documentación para la Comisión Informativa y el propio Pleno.
Debates estériles sobre lo ya sabido y manido ¿Quién da más?
Sinceramente, visto lo visto,
mejor estaban callados todos. Porque quien más, quien menos, casi todos tienen
motivos para no abrir esas cajas de pandora. Y mientras, entre dimes y diretes,
las cositas insignificantes del pueblo sin tocar.
Yo ahí lo dejo, porque me sangran
los oídos.