Por si no fueron conscientes, y
mira que se lo dijimos, de la tontería de pedir la apertura de todos los
locales públicos, justo cuando aumentaban los contagios; ahora van y echan la
culpa a la pseudocabalgata monárquica, mágica o no que esta sea.
De repente, en cuestión de 12
días, del 11 al 23 de enero, se
erige nuestro mandakari perrecista en experto virólogo, rastreador y
responsabilizador del bichos covideros en El Piario Montañés, montañesuco,
viva Santander. Todo hay que decirlo, además, como Sherlock Holmes no tiene precio. Sin más, es despreciable.
De lo que no se han dado cuenta
todavía es que el 16 de noviembre de 2020, teníamos 23 casos activos y el 23 de
enero de 2021 tenemos 16 casos. Ese bailar de las cifras y datas (16-23-23-16),
que no datos, es culpa del maligno, se lo digo yo. Algo quiere decir. Va a ser
el síntoma de la depauperación de la moral, de la ética, de la estética de este
gobierno local socialcomunistabolivariano. Pues solo les falta decirlo así para
demostrar que son la derechona voxera guriezana.
No solo son virólogos, en su afán
investigador, de biólogos se precian. Pena que no nos hayan dicho si es mayoritaria
la cepa británica, la brasileña o la sudafricana y los modos revillistas de cerrar
sin cerrar, abriendo sin abrir, pero eso sí sube, sube que la bomba va.
Por si esto fuera poco, se
autodenominan jueces del TSJC que a través de la fiscalía han investigado que
Sanidad Cantabria Infinitesimal no les había dado permiso a estos nuestros
mastuerzos del equipo de gobierno, es un decir. No es lo mismo que Sanidad te prohíba
la cabalgata, como a Santander, que te la tenga que permitir que en ningún caso
es el caso. Cierto es que nuestros jerifaltillos podían haber pasado de
cabalgatas y hacer algo más imaginativo, pero qué le vamos a hacer.
Mas la chorrada, a tanto el kilo,
del Sr. Llano de achacar los contagios a la cabalgata es como si yo les dijera
ahora que fue más grave la de primeros de noviembre, por nuestra fea costumbre
de honrar a nuestros ausentes queridos en los cementerios, que 15 días después
fueron 23 casos.
En Guriezo el más tonto pasa ya
de hacer relojes. Directamente se encisca en la virulencia del la virología y
tras rastrear el bicho dicta sentencia: has sido tú el que me dio el mordico,
has sido tú, virus mágico monárquico cabalgatero.