Hoy cuando den las 10 horas en el reloj biopolítico
guriezano, se volverá a celebrar el santo ritual de la pseudodemocrática vida
pública.
El menú del día es rico y variado, diecisiete platillos a
deglutir incluido el entremés de siempre, aprobación del Acta de la Sesión
anterior. Lo glorioso es que una vez aprobada, con o sin las modificaciones que
introduzcan los comensales, nunca más sabrán de ella. Tampoco se publicará en
la Web del Ayto. Entenderán ahora lo de pseudodemocrática. Les recordamos que
lo que ponga en las actas va a misa y que debieran conservar, por si el día de
mañana hicieran falta, con la firma electrónica de la presidenta o presidente y
de la Secretaría. De igual forma les recordamos que el resto de ciudadanos
tenemos el Sacrosanto Derecho de conocer y saber lo que aprobaron. Entenderán
ahora el por qué de publicarlas en la Web del Ayto y lo de pseudodemocrática
publicidad de los actos.
2. – Propuesta de la Alcaldía para cambiar el sistema de
votación.
Desconocemos quién asesora en estos asuntos a la Alcaldía, pero mejor nos iría
si el asesor estuviera callado. Hay tres formas de votación en los
ayuntamientos, según el Real Decreto
2568/1986, de 28 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento de
Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales.:
“Artículo 101. Las votaciones pueden ser ordinarias, nominales y secretas.
Son ordinarias las que se
manifiestan por signos convencionales de asentimiento, disentimiento o
abstención. Son nominales aquellas votaciones que se realizan mediante
llamamiento por orden alfabético de apellidos y siempre en último lugar el
Presidente y en la que cada miembro de la Corporación, al ser llamado, responde
en voz alta «sí», «no» o «me abstengo». Son secretas las que se realizan por
papeleta que cada miembro de la Corporación vaya depositando en una urna o
bolsa”.
No sabemos cual de los dos modelos, nominal o secreta, es la
propuesta nueva de votación por parte de la Alcaldía. Pero desde luego, lo
normal, lo ordinario (lo que está dentro del orden) es que las votaciones sean
las ordinarias. Cambiarlas por algún tipo de estrategia no tiene ningún
sentido. Puesto que lo que se lleva al Pleno es y ha de ser lo que la Alcaldía
y su equipo de gobierno tienen trabajado y dispuesto para su aprobación. Y
puede resultar ridículo, por no decir obsceno, que tanto la Alcaldía como el
resto del equipo de gobierno voten en contra de sus propias propuestas.
Cuando la Alcaldía entienda que no tiene número suficiente
para la aprobación de alguno de los asuntos a llevar al Pleno, lo que tiene que
hacer es negociarlos con alguno o algunos de los grupos de la oposición. Consiguiendo
así llegar a acuerdos y aprobar los asuntos. Si no se hace así, el batacazo puede
ser monumental. Y de no llegar a alcanzar el número necesario de consensos,
solo le basta no meter el asunto en el orden del día.
Por esto mismo, es por lo que las comisiones informativas se
suelen celebrar una semana antes como mínimo. Porque en las comisiones informativas
se ven las posturas de los distintos grupos municipales y se ve con claridad si
hay número suficiente para aprobar el asunto. De no haberlo, hay como mínimo
una semana para negociarlo.
Por supuesto, también por una cuestión de legalidad, las
comisiones informativas se celebran con antelación al Pleno: “Artículo 177.1.
Conclusos los expedientes, se entregarán en la Secretaría de la Corporación
que, después de examinarlos, los someterá al Presidente.
2. Para que puedan incluirse en el orden del día de una
sesión, los expedientes habrán de estar en poder de la Secretaría tres días
antes, por lo menos, del señalado para celebrarla”. Y en el expediente ha de constar
el dictamen de la comisión informativa correspondiente. Que además, una vez
celebrado el Pleno, se añadirá al expediente el punto 3 de este artículo: “3.
Se dejará copia certificada en el expediente de la resolución adoptada”.
En nuestro ayuntamiento falta esta parte del ritual
democrático. Acostumbrados como estamos a las mayorías absolutas, hemos venido
pasando olímpicamente de negociaciones y acuerdos y de celebrar las comisiones
informativas con el tiempo legalmente establecido y necesario, previo al Pleno.
Por lo que las comisiones informativas se celebran pocos minutos antes del Pleno.
Pero ¡ay, amigo! Cuando se gobierna en minoría mayoritaria o
mayoría minoritaria, como ustedes prefieran, hay que apurar las normas y
potenciar el diálogo, si no las cosas no salen adelante.
En el Platillo noveno, vemos que hay otra propuesta de la
Alcaldía de la que no se dice de qué va. Esto es como jugar al “esconderite”.
Si en el punto segundo dicen que la propuesta va del sistema de votación, cambiarlo
evidentemente, no vemos el motivo de que
en este otro punto no se diga de lo que la cosa va.
Observamos con desagrado que hay varios puntos donde hay que
levantar reparos de la Intervención y hacer “reconocimientos extrajudiciales de
créditos”, cosa que carece de sentido alguno. Los presupuestos, hasta la
aprobación de los de este año si se llegan a aprobar, están prorrogados. Esto
es, las facturas de enero 2021 tienen las mismas consignaciones que en enero
del pasado año 2020.
Si hablamos, además, de facturas de 2020 (punto 4) que no se
pagaron cuando se debiera, pásate día que otro vendrá, o de “atrasos que se
deben al personal” (punto 14); que, son las dos excepciones al Reconocimiento
Extrajudicial que contempla la normativa de las Haciendas Locales en su art. 62,
indican que vamos de mal en peor.
Sobre todo, vamos mal, muy mal, porque en el presupuesto
prorrogado para el Capítulo 1, el del personal, tenemos 785.900,00 € menos lo
que hayan gastado en enero, febrero y la nómina de marzo que está al caer. Pero
es que además, de ese mismo Capítulo 1, el año pasado sobraron 139.173,92 € que
están sin gastar y que cubren perfectamente los atrasos que les deben al
personal laboral indefinido y a los 10 trabajadores del programa de
corporaciones locales de 2019 que todavía no les han pagado nada. Pero es que
además, del pasado año 2020, les han sobrado 63.542,43 € que tendrán que
devolver al SEPE.
De momento es más que suficiente. Ya veremos lo que aprueban
y desaprueban. Pero, desde luego, es una vergüenza que sigan haciendo tonterías
sobre las retribuciones de los trabajadores. Y los Hunos por los Hotros, dos
años después de la aprobación del convenio y a casi dos años de su
finalización, siguen destrozando las expectativas de los trabajadores. Algunos
hasta dirán que son de izquierdas.
Por cierto, nos ha gustado que el proyecto de presupuestos
para 2021 se presente primero y con tiempo, aunque fuera de tiempo, a los
corporativos de forma que los puedan trabajar. Ya veremos si negociar y
modificar también.