A raíz de hacerse efectiva la
dimisión de Narciso Ibarra, el pasado Pleno de 29 de julio, se desatan las
declaraciones de Ángel Llano en la radio y de Adolfo Izaguirre en la Tv., sobre
todo. Pero no podemos olvidar las de Ángel Fernando Serna.
Los tres olvidan una situación
pareja a la de hoy sucedida en 2014, cuando siendo alcalde Izaguirre se le
escapaban, sin irse del todo, sus cinco correligionarios con Llano a la cabeza.
Situación que obligó a Izaguirre a deshacerse de sus cinco concejales en el
Pleno Extraordinario de 16/09/2014, cesándolos de sus cargos delegados.
Izaguirre se quedó más solo que la una durante ocho (8) meses hasta la
celebración de las elecciones de mayo de 2015 y no pasó absolutamente nada
fuera de lo común.
Tanto es así, que ni PRC regional
ni el PP cántabro ni la Federación Socialista cántabra han dicho ni pío.
Igualito que en 2014. Porque Guriezo no le importa a nadie, fuera de sus
fronteras; como tampoco le importa una higa a gran número de guriezanos. A las
pruebas me remito.
Guriezo, por ser, no es siquiera
un topónimo que de nombre al municipio. No encontrarán ustedes un lugar que se
denomine Guriezo, como tal. No lo busquen, no lo hay. Porque Guriezo somos
todos y cada uno de los habitantes del municipio que en cada momento lo habitamos.
Si todos nos fuéramos mañana mismo a otro lugar, mañana mismo dejaba de existir
Guriezo como municipio y realidad política, social y jurídica, que lo somos.
Si ustedes buscan, entre los once
concejales, a quienes les importa lo que verdaderamente sea o no sea Guriezo,
encontrarán que los que se mostraron favorables a los intereses generales de
todos los guriezanos fueron María Rivero, Marian Serna, Ángel Fernando Serna y
Aitor González. Encontrarán a los que solo miran para sí mismos, o para otro
lado, que fueron Ángel Llano, Rosalía García, José Antonio Martínez, Raquel
Rodríguez y Adolfo Izaguirre votando no a las subastas y pagos de haberes de
los trabajadores municipales; y, por último, Narciso Ibarra que se abstuvo.
Estos seis concejales ya han
causado un quebranto a las arcas públicas de más de medio millón de euros.
Perjudicando seriamente los ingresos necesarios para mantener los pocos
servicios públicos que nos venía facilitando nuestro ayuntamiento. Si quieren
tumbar a la alcaldesa que pongan sus propios huevos políticos en juego, pero
que no jueguen con el bienestar del resto de los ciudadanos y trabajadores
municipales.
Si de verdad les importa tanto lo
importante, en vez de pedir el acta de concejal de la alcaldesa, que renuncien
ellos, que corran las listas; de forma que habrá número suficiente para hacer
una moción contra María Rivero. Verán que no hay huevos ni tendremos que
sujetar ningún cubata.