lunes, 9 de agosto de 2010

APROXIMACIONES AL NEGOCIO DEL AGUA

Hoy me han facilitado unos datos sobre el agua. Datos que trataré de confirmar a través del Ayuntamiento. Veremos si se dignan en facilitarlos o seguirán ocultando esa información a la que, sin lugar a dudas, tenemos derecho.

Los datos que voy a solicitar y que son los que me han facilitado son los siguientes:

- Nº de abonados en 2004, cuando se llevó a cabo la privatización del servicio.
- Nº de abonados en 2010.
- Nº de abonados en los años 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009. (Datos no facilitados)
- Consumos medios reales, durante los años 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009 y 2010. (Datos no facilitados).
- Deuda que ASCAN reclama al Ayuntamiento, montante y motivos.

Y les explico el motivo de esta petición. Se trata de poder llegar al convencimiento cierto, a tener alguna certeza, de lo que supone para ASCAN, Ayuntamiento y vecinos ese negocio redondo que resulta para ASCAN el servicio de agua potable.

Vayamos por partes. Al parecer ASCAN reclama al Ayuntamiento una deuda del orden de 400.000 euros, en concepto de Saneamiento no recaudado durante los años que el Ayuntamiento se negó a que ASCAN girara este concepto en las facturas; y las subidas del IPC durante estos seis años (excepto 2007, cuando subieron sin aprobar los 2 y 1 céntimos que no me harto de repetir), que al parecer figuraban en el contrato. De ser cierto, la situación sería crítica. Pero hasta mejor conocimiento lo dejaremos en suspenso.

Según se nos ha dicho, cuando ASCAN adquirió la concesión del servicio de aguas, este tenía unos 1000 abonados. Al día de hoy tiene aproximadamente 1450. Lo que supone un incremento sustancial, un 45 % más de abonados. Pero hemos de tener en cuenta que ese aumento no se ha producido de la noche a la mañana, ha sido paulatino, día a día, mes a mes, año a año. Por eso mismo nos sirven esos datos que pedimos, para comprobar como ha sido la escalada de abonos y la escalada económica año a año, sin equivocarnos demasiado.

Así podremos ver cómo la bajada de las tasas, aprobada el pasado 29 de julio, es al cuanto absurda. Absurda porque al no haber sido negociada con ASCAN generará el consiguiente recurso de esa empresa que por lo pronto, según nuestra fuente, perderá un 15 % de sus beneficios. Y lógico es que defienda sus legítimos intereses, aunque nosotros pensemos que son algo más que legítimos. Absurda porque al no haber dado participación al grupo de oposición, quienes podían haber aportado otro punto de vista, suponemos que si, con su abstención, no lo recurren perderán una buena opción política. Y absurda porque al no haber dado participación a la Asociación de Vecinos, ésta lo recurrirá por entender que la no exclusión de los 45 m³ y la instauración de, al menos, tres tramos de consumo/facturación evidencian la continuación de la ilegalidad en la Ordenanza Fiscal.

Por otro lado, lo absurdo de la situación es que aún siendo aprobadas las nuevas tasas y aunque para los ciudadanos fuera suficiente o se contentaran con esa medida, no la van a ver. No la van a notar en la facturación de forma automática. Debido al retraso que lleva ASCAN en la facturación, piensen que la última factura que nos han girado es la del segundo trimestre de 2009. A este ritmo, el resultado de la bajada de tasas lo veremos no antes del 2012. La razón es evidente, si en 2010 estamos pagando las facturas de 2009, en 2011 pagaremos las de 2010 y así sucesivamente. Como las nuevas ordenanzas fiscales no se podrán aplicar sino a 1 de enero de 2011, resultará que a este ritmo, veremos la bajada en 2012. Con lo que el actual equipo de gobierno quedará tocado, sin poder aprovechar, sin ser percibido por los votantes, que la bajada de tasas la han hecho ellos. Hasta para eso son torpes.

Ahora pues, hagamos un ejercicio de imaginación y veamos el argumento que el Concejal de Obras dijo en el Pleno. Por el que retirar los 45 m³ suponía poner más alto el m³, para mantener el nivel de negocio y beneficios contemplado en el contrato.

Si eso fuera verdad, una verdad indiscutible, el contrato tenía que prever un negocio que rondaba los 500.000 euros de facturación, no confundir con beneficios que eso es otro cantar. Una cosa es la previsión y otra la realidad. Pero ASCAN no podría quejarse, de haberle salido mal las cuentas. Y les explico el motivo. Desde que somos 1450 abonados, ASCAN factura esa cantidad aproximadamente. Solo hay que hacer la cuenta de la vieja: 1450 abonados a una factura mínima de 70 euros (por aquello de los 45 m³), nos da un resultado de 101.500 euros al trimestre, por cuatro trimestres que el año tiene, nos da 406.000 euros al año. Y ¿los 94.000 euros aproximados restantes? Me preguntarán ustedes… Esos son, y no bromeo, los que pagan los comercios, empresas varias y ganaderos de estabulación, que lógicamente consumen más de 45 m³ al trimestre.

Como quiera que la cosa comenzó en 2004, abril, y sabemos que los abonados eran 1000 aprox., las tasas eran menores que al día de hoy, el volumen de negocio era inferior y las previsiones tenían que ser menores. Piensen que en 2002, la anterior ordenanza fiscal contemplaba 30 m³ de facturación mínima y un precio inferior: 0,45 euros/m³. Hay que hacer notar, llegado este punto, que la Ordenanza Fiscal era del año 2002 y contemplaba tres tramos de consumo, lo que estaba muy bien. Pena que el primer tramo y de facturación mínima fuera tan alto ya entonces.

Pensemos ahora cual fue la facturación del año 2004, con las tasas de entonces.

Tenemos que éramos 1000 usuarios a un mínimo de 30 m³/trimestre, sin pagar saneamiento, la gran mayoría no lo tenía y el ayuntamiento se negaba a que ASCAN lo facturara. 30 x 0,45 = 13,5 euros (si alguno conserva las facturas podrá comprobarlo). Además 0,40 euros al mes por “mantenimiento de conservación de contadores”, nos dará 3 x 0,40 = 1,2 euros. Por recogida de basuras, nos cobraran 6000 pesetas (la ordenanza era de29 de noviembre de 2000, BOC núm. 80 de 26 de abril de 2001), que dividido en cuatro trimestres nos da, pasado ya a euros, 9,01 euros al trimestre. Resultado total de la factura sin IVA 23,80 euros. La factura ascendía a 27 euros totales. Que comparados con los 71 euros de hoy en día si hay suerte, hacen una diferencia de 44 euros.

De esos 27 euros que se pagaban, ASCAN recaudaba en el conjunto 27.000 euros mínimo al trimestre; lo que suponía al año 108.000 euros. No estaba mal para la época ni mal para hoy en día.

Metamos por caso que, habida cuenta de que el aumento de abonados ha sido de 450 en siete años, en 2005 los abonados fueran 1065. Y tenemos que saber que en 2005, se aprobaron nuevas tasas. Esto es, se aumentaron: la facturación mínima de 30 a 45 m³; el precio del agua potable de 0,45 a 0,60 euros, resultando que solo con este cambio se pagaba, automáticamente el mismo montante que con la factura entera anterior, 27 euros. Solo con la facturación del agua potable, ASCAN facturaba lo mismo que con el agua potable y basura juntos. Pero a esa factura hay que añadirle la basura que sabemos que eran: 9,01 euros. Por conservación de contadores pagábamos 1,2 euros y con la nueva ordenanza pasó a ser 2,5 euros, será porque cambió de denominación también, se le añadió “…y renovación de contadores”. Evidentemente no es lo mismo “mantenimiento de conservación” que “mantenimiento de conservación y renovación” que es más, de ahí que cobren 1,3 euros de más. Pero ahí no quedó la cosa y nos endilgaron el “mantenimiento de conservación de acometidas”, ex novo y porque les parecía que era poco, a 3 eurakos el trimestre. Y qué decir tiene que de 120 euros que cobraban por el enganche, pasaron a cobrar 180, un aumento del 50%, pero eso iba en factura aparte. Sin saneamiento, por tanto, pasamos de pagar 27 euros/trimestre a pagar 44,01 euros/trimestre. Algunos ya empezamos a pagar el saneamiento, pero como tampoco sabemos cuántos, lo dejaremos en paz. Si éramos 1065 abonados y pagábamos de mínimo 44,01 euros, quiere decir que ASCAN recaudaba al año: 187.482,6 euros que comparados con los 108.000 redondos del ciclo anterior nos da una diferencia de 79.482,6 euros, el 73,595 %.

Ya ven que siendo más abonados, cuando dicen que al aumentar el número de abonos podían bajar los precios, comenzamos a pagar solo en el primer año de ASCAN un 73,595 % más y no menos en la facturación total. Cada uno en particular pagó el 63 % más sin contar el saneamiento.

Cuando en 2006, todo el mundo comenzó a pagar el saneamiento, teniéndolo o sin tenerlo, la cosa se disparó a los 71,09 de media mínima (aunque suene absurdo), pues los consumos medios andan, al decir del Concejal de Obras y servicios en los 20 y algún m³. Pongamos que con el mismo incremento de la demanda de 1065 abonados, pasamos a ser 1130 en 2006. Pero tampoco bajaron las tasas, sino que se mantuvieron. Y ASCAN pasó a facturar un total de 321.326,8 euros; lo que supone un 71,39 % más que el año anterior que sumado al 73,59, hacen un bonito suma y sigue. Hasta llegar al día de hoy que la facturación alcanza la cifra aproximada de 412.322 euros podemos ver que el incremento del negocio es al cuanto maravilloso.

Ya en 2006, la Asociación de vecinos, planteaba que el negocio era fabuloso para ASCAN y ruinoso para los vecinos y proponía modificar las tasas. Modificación que venía dada y obligada por la Ley de defensa de los consumidores y que preveía y obligaba a anular la facturación por servicios no prestados. Servicios no prestados como son los 45 m³ no consumidos. Como son “el mantenimiento de conservación y renovación de contadores” aunque el contrato entre ASCAN y Ayuntamiento prevé (según esta información, no contrastada todavía) esa renovación que en algunos casos sí se ha realizado, a nuestras espaldas y sin ser publicado el contrato como era de obligación y sin que se nos facilite copia auténtica del mismo. Como tampoco se nos presta “el mantenimiento de conservación y renovación de acometidas”, veremos el día que se perfore una si ASCAN no gira factura de los trabajos.

En este punto concreto, me viene a la memoria el problema que surgió con el saneamiento de la zona del Campo Isabel, ese que está ahora en obras. Y si mal no recuerdo, en el Ayuntamiento aseguraban a los vecinos que tenían saneamiento (corríjame cualquier vecino si estoy en un error), entre otras cosas. Pues bien, digo yo, si los vecinos tenían saneamiento, lógicamente tenían que tener las acometidas a los mismos. Y si las tenían y además pagaban por ello la correspondiente tasa de “mantenimiento de conservación y renovación de acometidas”, ¿a cuento de qué les hacen pagar “la renovación de esas acometidas”? Respóndanse ustedes mismos que el Ayuntamiento no sabe, no contesta.

Esto que les digo ahora, no se lo tomen al pie de la letra. Ya en el título les decía que son “aproximaciones”. Las cifras no son tan exactas, hay que cotejarlas si es que nuestro ayuntamiento quisiera darlas, pero dan una idea bastante ajustada a la realidad de qué es de lo que hablamos.

Nos han contado que ASCAN dejará de ganar un 15 %, imaginamos que hablan del beneficio; porque de la facturación sabemos que alcanzará un 30 - 35 %. Entendemos por tanto que pleiteen en su día esa pérdida de beneficio.

Hagamos matemática y tasa ficción. Si a una reducción de la tasa del 35 % corresponde una pérdida de beneficios de 15 %, casi llegamos a la conclusión de que el beneficio de ASCAN alcanza a 176.709,43 euros, el 42,86 % y me pregunto, ¿ese era el legítimo beneficio previsto en el contrato? No lo creo.

¿Qué ocurriría si en vez de bajar la tasa, solamente se suprimieran los 45 m³?, lo que nos supone un 64 % de reducción en el total de la factura, con consumos medios de 21 m³. Pues que ASCAN tendría que facturar por consumos reales, como hace Gobierno de Cantabria con el saneamiento autonómico, y no tendría ningún argumento para recurrir la nueva ordenanza sin los 45 m³, por la sencilla razón de que la facturación por consumos reales es lo legalmente establecido y, por ende, no se produciría ninguna merma porcentual de los beneficios. Si además, se añaden tramos de consumo tarifados al alza y que quien más consuma más pague, se potenciará el ahorro de agua por parte de los usuarios. La posible pérdida real de beneficios es consecuencia de los riesgos propios del negocio. Esto es, si los consumidores consumen menos se obtienen menores beneficios. De la misma forma que si los consumidores consumen más aumentarán los beneficios.

Algo tan sencillo que hasta un estudiante de primero de secundaria daría con ello, nuestros próceres no alcanzan.

Y sí, sintiéndolo mucho, es una bonita lección de sentido común con algo de conocimiento de las leyes al respecto, asesorado por buenos técnicos en materia de aguas y juristas. A lo que no puedo dejar de añadir mi preparación como experto en gestión de entidades locales, que lo mío me ha costado.

Perdonen ustedes la chapa del tormento de los números. Seguro que se podía explicar mejor y de forma más sencilla. Pero eso, para mi desgracia y la suya, no sé hacerlo; pensaré en tomar lecciones de pedagogía.

La Casta no cejará (pero ¿les conviene?), yo tampoco.

Un saludo y corred la voz.

PS.: No olvidemos que todavía no han tocado la cuestión de la calidad del agua, de forma que dejemos de consumir agua embotellada a precios de locura. Aquí les dejo un interesante artículo sobre el agua embotellada.

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