Hace un par de meses, dimitió el diputado y ex ministro laborista inglés Phil Woolas, acusado de una gravísima falta: haber mentido en campaña electoral, diciendo de un adversario político que era simpatizante del extremismo islamista. Si hubiera sido en Guriezo hubiera dicho proetarra. Por aquella mentira su elección fue invalidada. Woolas tuvo que dejar la Cámara, y fue expulsado de su partido y arriesga además su entrada en prisión. Un nombre, un destino, léanlo a la inglesa que a la buena española (Bolas, Bulas).
Estas cosas ocurren en los países civilizados. En España, en Guriezo, también ocurren estas cosas; simplemente que a los “Woolas” no les expulsan de sus partidos; sino que les reeligen para el cargo. No anulan su elección sino que su partido además le da un cargo muy bien retribuido, sin necesidad de que acuda al puesto de trabajo.
Busquen, comparen y si encuentran... lo que sea... ¡Bótenlos!
La casta no cejará (pero ¿les conviene?), yo tampoco.
Un saludo y corred la voz.
Busquen, comparen y si encuentran... lo que sea... ¡Bótenlos!
La casta no cejará (pero ¿les conviene?), yo tampoco.
Un saludo y corred la voz.
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