Ese es el título de uno de los padres de la Declaración de los Derechos Humanos. Él mismo está indignado en sus noventa años, viendo como los valores por los que luchó en la resistencia francesa, durante la II Guerra Mundial, se van al garete por la avidez de cuatro sinvergüenzas especuladores, por la avaricia de esos que nos entronan en la crisis, cobran beneficios millonarios y nos piden que pospongamos nuestra pensión y rebajemos nuestros sueldos.
Los mismos que a pequeña escala hacen esfuerzos ímprobos para que olvidéis lo que os han venido haciendo en los últimos treinta y dos años.
Hoy, por fin, la Editorial Destino, publica el libro de Hessel. En Público lo titulan "Manual para jóvenes reveldes", cuando en realidad es un llamamiento a la rebeldía de jóvenes y no tan jóvenes. Es una llamada a la indignación general, a la defensa de los derechos individuales y colectivos. Una llamada a una revuelta pacífica, una llamada a una sociedad más justa donde no caben los indiferentes. La indiferencia es el mayor peligro de la democracia.
La Casta no cejará (pero ¿les conviene?), yo tampoco.
Un saludo y corred a la librería a comprar INDIGNAOS.
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