lunes, 28 de marzo de 2011

A veces uno se embala y lamenta el error...

Como algunos pudisteis leer, el viernes pasado me comentaron que se celebraría por la tarde una reunión o asamblea de perjudicados por la Ley de Montes de 2003. Así al menos se definen, en algún momento. Como también me aseguraron que acudiría al acto cierto jerifalte de cierto partido político, junté los dos datos; éste y que la convocatoria no iba firmada, errando en mis apreciaciones. De ahí que borrara la entrada en cuanto tuve conocimiento del error, horror... Pido perdón por ello.

En esencia, estos perjudicados por la, a su entender, Ley de Montes estatal de 2003, no tienen nada que ver con esos usurpadores de lo público. El problema al que se enfrentan es que siendo poseedores de enclaves propios, privados, en montes públicos, el Gobierno de Cantabria les quiere chulear y cargarse, al mismo tiempo, el principio constitucional de la propiedad privada. Yo sospecho que se debe a que desde dicho gobierno autonómico se pretende la privatización de la explotación de los montes públicos. He dicho sospecho, no que tenga constancia o certeza de que así vaya a ser. Solo lo sospecho. 

Desde 2003, para acá, fíjense que se han pasado ocho largos años. Tiempo más que sobrado para haber redactado en Cantabricia una buena Ley de Montes. Sin embargo el PRC, la Consejería perrecera, ha venido posponiendo su redacción, participación y promulgación; suspendiendo su aprobación en vista del conflicto que ellos mismos han creado, la injusticia venidera a estos hombres y mujeres, a cuatro días de las elecciones (ver artículo de 11 de enero, titulado:

Recula Miguel Ángel, recula Adolfo también que el miedo es libre

El problema no tiene ni buena ni fácil solución. Y si gobierno cántabro pretende preterizarse a la Ley de Montes de mil ochocientos y pico, muchos van a sufrir y se verán privados de su propiedad. Más si cabe, al tener tan poco valor de mercado esos predios, al tener que pleitear y salir más caro  abogado y procurador que el cocido que se pleitea. Además, Gobierno de Cantabria pleiteará con nuestros dineros, incluido el de los perjudicados, mientras éstos, habrán de pleitear con sus dinerillos patrimoniales de propio. Se verán abocados a pleitear y después encima, les saldrá algún Cantabria al día a modo de Guriezo al día de la infamia, que les dirá que tendrían que pagar, por segunda vez, los abogados que estos perrecistas designarán, a motrollón el pleito. Esperemos que el Sr. Sierra sufra de afasia, por el bien de esta gente. 

Pero en la Asamblea prevista y celebrada, estos hombres plantearon lo que vengo sosteniendo desde 2004. Descarando y desvergonzando a estos desgarramantas que hemos tenido por alcaldes en los diez últimos años. Los alcaldes de la década prodigiosa de los montes guriezanos.

Les espetaron sus falsedades. Les enfrentaron a la cruda y nuda realidad. Pero así y todo, el ex, el señor (es un decir) Izaguirre quiso negarlo todo; incluso ante la evidencia. Negó haber mentido, negó la falacia de haber renovado los consorcios; negó haber obligado a firmar las renuncias de los consorcios con su última corta a los "beneficiarios" de 2002 y continuó con la falsedad de la sentencia. Por fortuna, esta vez solo era una sentencia.

Y claro, tanta burda mentira sostenida en el tiempo no dio razón goebbeliana. Pues una mentira mil veces repetida no se vuelve verdad. Simplemente son mil mentiras contadas, sobre un mismo asunto; pero mil mentiras al fin y a la postre.

Al final le salieron algunos firmantes más de la finalización firmada de los consorcios 2002, recuerden mi artículo y sus documentos:

LO ESCRITO SE LEE 

Pero el hombre en su contumacia juraba, fiaba y porfiaba que sus mentiras son verdad. Cuando fue desmentido hasta por su propio Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabricia.

Desde el viernes para acá, en la página Web del PRC, pestaña Guriezo, no nos quieren contar nada, ni presentar documentos; los que prometieron allá por noviembre de 2010, si mal no recuerdo.

Cuentan que Aristóteles afirmaba que la naturaleza tenía horror al vacío. Y tuvo que ser Torricelli quien con probetas y recipientes varios demostrara lo incorrecto, refutara, la teoría aristotélica. Mucha tinta y palabras se desperdiciaron para tales cuestiones. Con esperar algún que otro siglo, en un paseo por Guriezo hubieran encontrado ambos pensadores la realidad viviente (es un decir) del vacío existente en las cabezas de nuestros dos últimos alcaldes. El vacío produce mentiras y engaños. Evitando que con tanta carcasa al vacío se produzcan corrientes de aire entre sus orejas.

Casi me atrevo a decir que la perfección del barómetro se la debemos a dos guriezanos DOC.

La Casta no cejará (pero ¿les conviene?), yo tampoco.

Un saludo y corred la voz. 

 

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