viernes, 8 de octubre de 2010

PGOU A CERO

No se lo van a creer, pero acabo de leer en los periódicos The Times, New York Times, Le Figaro e Il Corriere della Sera, una noticia que me ha dejado de piedra. Les traduzco la del periódico italiano, que para mí es más fácil.

Durante el Pleno del 30 de septiembre 2010 el Ayuntamiento de Guriezo ha adoptado el Plan General de Ordenación Urbana. Un PGOU con una especificidad que hace que su Ayuntamiento sea uno de los pocos con un PGOU a crecimiento cero. Un plan que no prevé ulteriores consumos del territorio.

En un territorio extremadamente urbanizado como el de la Cantabria Oriental si invierte la tendencia cementificadora de estos últimos decenios. Una elección difícil y dura para un pequeño pueblo (unos 2.500 habitantes) en un periodo que ve a las Entidades Locales continuamente penalizadas por los recortes presupuestarios debidos a los empeños de los Gobiernos Autonómico y Estatal, y del continuo aumento de las competencias y de
los servicios que piden los ciudadanos.

Una elección virtuosa, que beneficia al territorio y al mismo tiempo requiere poner en funcionamiento sobriedad y austeridad en la política administrativa del municipio, así como de desarrollar el ingenio y creatividad en la búsqueda de fuentes de financiación alternativas.

Una elección que ha sido posible también por una rigorosa política de emancipación de las cuentas de los ingresos por urbanizar perseguida en estos últimos años, ingresos utilizados en general por los ayuntamientos para cubrir parte de los gastos corrientes; o sea la construcción que financia los gastos ordinarios del ayuntamiento, unas entradas aleatorias contra gastos estructurales.

Una elección que puede conllevar
renuncias y recortes en los presupuestos con posibles repercusiones en el consenso, pero una elección responsable y obligatoria para quien se aproxima a la gestión de la cosa pública con espíritu de servicio y honestidad intelectual.

La experiencia pionera del ayuntamiento virtuoso de Guriezo (España) no quiere quedarse en un caso aislado. Gracias a la obra cultural de la campaña nacional Stop al consumo del territorio iniciada en todos los medios de comunicación y con otros administradores públicos que comienzan a considerar el territorio un bien común a preservar, al igual que el agua que bebemos y que el aire que respiramos…

Solo es política ficción, señores míos. Pero no estaría nada mal.

PS.: La noticia es, sí, de un periódico italiano Il Fatto Quotidiano, referido a un pueblo de 2000 habitantes, en la región de Lombardía en el norte de Italia.

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