sábado, 8 de agosto de 2020

Los presupuestos municipales son obra de la mano negra de un tal Smith.


En días pasados les decía que: “Para tan pocas alforjas no hacía falta tamaño camino”. Les decía esto, porque si las cosas no cambian, esos presupuestos desvelan que se harán las mismas políticas de la nada.

Para la aprobación inicial en diciembre de 2019, no hemos visto que la Secretaría Intervención pusiera reparos ni pegas, al observar un aumento del gasto corriente muy superior al establecido por las normas de estabilidad presupuestaria. El aumento del gasto general es del 2,99 %; pero cuando vamos a compararlo con el gasto corriente, ese que excluye el gasto financiero, nos disparamos al 3,07% y sabemos que sobre el gasto corriente solo podemos alcanzar, como máximo, el 2,90%.

Los presupuestos aprobados definitivamente son idénticos, calcados, por lo que sin duda se aprueban fuera de norma. Si además tenemos en cuenta que faltan de añadir los compromisos firmados en 2019 con los trabajadores, que las retribuciones de los concejales han bajado, que las dietas han subido, estos presupuestos no se sostienen; porque no “… constituyen la Expresión cifrada, conjunta y sistemática de las obligaciones que, como MÁXIMO, pueden reconocer la Entidad”.

En 2019, la corporación saliente, hubiera tenido que aprobar los presupuestos con los aumentos de retribuciones previstos en el convenio del personal laboral, por el reconocimiento de los niveles mínimos de las distintas categorías laborales. Que era obligatorio, pero lo dejaron al albur de una valoración de puestos que carecía de sentido alguno, visto que no fueron capaces siquiera de hacer la relación de puestos. Si tan solo hubieran hecho eso, presupuestar los compromisos económicos y la relación de puestos, hubieran evitado que la Secretaría Intervención pusiera reparos de legalidad. Hubieran evitado también que la siguiente corporación pusiera todas las trabas habidas y de por haber en la aplicación del convenio. Hubieran evitado la inseguridad jurídica que todo ello ha supuesto al personal laboral. Pero al aprobar los mismos presupuestos del PRC, que ha dejado fuera todos esos extremos, han vuelto a repetir y repartir la misma inseguridad jurídica.

Lo lógico, visto lo visto, sería que iniciaran el procedimiento de lesividad preceptivo para anular esos presupuestos y aprobar otros que reflejen la realidad de “las obligaciones que, como máximo, puede reconocer la Entidad”.

Yo ya si eso, ahí lo dejo.

Pero hay más. Siempre se lo digo, hay más.

Para octubre, este equipo de gobierno, tienen que presentar los presupuestos de 2021. Y como siempre, lo harán fuera de plazo, de forma que ni los ciudadanos los conozcamos. Pues así, tampoco la oposición, ni el propio equipo de gobierno, conocerán el contenido de los mismos. En el fondo, cada área administrativa del ayuntamiento no presenta las necesidades para el año siguiente, con lo que los presupuestos son un copia y pega, con mínimas variaciones, del anterior. En cuya realización no participan los concejales, ni los grupos municipales, ni los tenientes de alcalde, ni el alcalde ni nadie. Y la ciudadanía… no está ni se la espera.

Los presupuestos municipales son obra de la "mano negra" de un tal Smith.

PS: Me olvidé decirles que días atrás, el gobierno aprobó un Decreto (Real Decreto-ley 27/2020, de 4 de agosto, de medidas financieras, de carácter extraordinario y urgente, aplicables a las entidades locales) que retira el techo de gasto ese. Pero es posterior a la aprobación definitiva de nuestros presupuestos. Como no estaba en vigor todavía, tenían que haber respetado ese techo de gasto.

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