LA ECONOMÍA EMOTIVA

En estos días de vacante canícula pensaba no darles la lata. Pero hete aquí que además de el menda, ya les viene dando la lata el Partido Recalcitrante de los Cojonazos. Con esa salida airosa que han tenido el pasado día 23, de la que doy por sentado que ustedes ya conocen y que pueden volver a ver (AQUÍ), así que mi gozo en un pozo y el de ustedes en un avismo.

Ha querido la cosa que me encuentre leyendo cosas muy interesantes sobre la toma de decisiones. El libro en cuestión se intitula “Economía Emotiva”, de Matteo Motterlini. Desconozco si esta traducido a nuestra lengua, pero es muy interesante y se lo recomiendo.

Ustedes me dirán que muy bien, que sí, pero a cuenta de qué viene esto. Sin duda a cuenta y costa de la decisión más que errada tomada por el PRC. La cuestión es la siguiente:

El actual equipo de gobierno se reunió con muchas de las asociaciones del municipio, con el fin de hacer algo para recuperar el servicio completo del consultorio médico. Las asociaciones se comprometieron a hacer una recogida de firmas con el fin de exigir al ayuntamiento, al gobierno de Cantabria, al parlamento de Cantabria y al Servicio Cántabro de Salud, la apertura del consultorio médico guriezano con todos los servicios habidos antes de desencadenarse la pandemia.

El PRC tenía dos opciones A, secundar la propuesta de apoyo y B no secundarla. Ha decidido no secundarla por los siguientes motivos:

1.       – No es una propuesta que haya partido de ese partido. Luego hay que oponerse.

2.       – Siguen enfangados, sin salida, por la moción de censura.

Y lo vienen a argumentar sobre la base de que la otrora oposición, hoy equipo de gobierno: “ahora piden firmas cuando antes exigían que el Alcalde era el culpable de la situación”. Argumento a todas luces incomprensible y de difícil justificación, por incomprensible.

En primer lugar, sería del género bobo que alguien pida firmas para exigirte algo. Eso es tirar piedras contra tu tejado. Son las asociaciones presentes que al recibir las explicaciones sobre la situación, toman la decisión de recoger esas firmas para dirigir un escrito exigiendo a las distintas administraciones públicas la reanudación del servicio completo del consultorio.

El ayuntamiento, como administración pública, como institución, ha de exigir al resto de administraciones públicas, de instituciones, mediante los protocolos establecidos en las normas del procedimiento administrativo, el restablecimiento de dicho servicio. No puede hacer la gamberrada de presentar firmas recogidas por nadie.

Otra cosa muy distinta es que, recibido el escrito de las asociaciones, con las firmas adjuntas; el ayuntamiento debiera abrir un expediente y de la resolución de ese expediente haga lo pertinente ante las otras administraciones implicadas.

Así que la cagada monumental del PRC consiste en pedir a las asociaciones que no caigan en la trampa. Sin embargo no dicen cual sea la trampa. Pero visto lo visto, la trampa es que las propias asociaciones se quieren hacer trampa pues se proponen mediante escrito apoyado por un buen número, esperemos, de ciudadanos afectados exigir al ayuntamiento y a las otras administraciones para que devuelvan el servicio diezmado.

Olvidan los del PRC que sus concejales, cinco de once nada menos, son representantes de los ciudadanos que están pidiendo recuperar el servicio. Olvidan que esos cinco concejales son miembros de la Corporación y miembros del Pleno, que es el órgano máximo de gobierno de nuestro Ayuntamiento.

Si lo que quieren es joder, con perdón, al actual equipo de gobierno lo tienen muy fácil y muchas materias en las que realizar dicha jodienda. Pero que precisamente lo intenten con una materia, la sanidad en estos tiempos, que concierne a todos los vecinos, incluidos ellos, no es ser partícipe de un coito a la griega. Coito que aunque poco productivo, puede ser fuente de gran goce para algunos. Es una paja a la remanguillé que puede parecer un goce, pero resulta ser un salpique funesto y molesto para todos los participantes.

Perdonen la groserada pero, llegados a este punto, hay que decirlo así por ver si se dan cuenta y como con la paja se les queda la cara de gilipollas.