Me he levantado esta mañana que
era el 17 de junio de 2020. Si el personaje de Kafka se convirtió en bicho raro
¿qué me impide a mí levantarme con el género cambiado? Así, sin sufrir. Además
me siento alcaldesa recién nombrada y tengo que pensar en cómo hago el Pleno de
Organización y funcionamiento del Ayto. ¡Ostras! Ya me salen solas las abreviaturas.
Qué velocidad, qué vértigo.
Ni Barcelona ni ná, Carmelilla
tiene poder…
En ello ando, pensando. Me digo,
tengo delante un pueblo con 2.354 almas aproximadamente. Una panzada de km²más o
menos 74. Un montón de cosas más que
para qué les voy a contar. La cuestión se me plantea peliaguda, sigo como hasta
ahora se venía haciendo o tengo que innovar. ¿Qué esperan de mí estos vecinos?
Las opiniones seguro serán discordantes. Pero he dicho cosas que sin
arrepentirme de ellas, ahora me obligan.
Os explico cómo veo yo lo de
organización y funcionamiento de la corporación. La ley me obliga a nombrar
tenientes de alcaldesa. Creo que con nombrar a dos, no sea que estando de
vacaciones el primero se lo encierre el coronavirus ese. Por el número de
habitantes no necesito tener la Junta de Gobierno Local, se tiene que reunir
cada quince días y es un peñazo. Pero es que además sirve de poco, no tiene ni
delegación de funciones ni nada. Si junto el urbanismo, el medio ambiente,
montes incluidos; industria, que siempre estará en el medio ambiente y el
territorio y obras ya tengo la segunda comisión informativa. Como todas las
demás comisiones informativas puede estar formada por un representante de cada
uno de los grupos municipales, con el voto ponderado. Cinco concejales: el del PRC
5 votos, el del PP 2 votos, el de SG 2 votos, el de VxG 1 voto y el mío, sin grupo
municipal, soy la alcaldesa 1 voto; que la dirija el PP.
La Comisión Especial de Cuentas,
funcionando como comisión de hacienda y de personal que la dirija VxG.
La Comisión de Educación, Cultura,
Deportes, Servicios Sociales y Festejos que la dirija SG.
El Pleno me obliga la Ley que sea,
como mínimo, uno al trimestre. Se han venido empeñando en hacer uno cada dos
meses. Pero no tiene sentido, ya que la ley me obliga a dar cuentas del
desarrollo presupuestario, gastos ect., cada tres meses. La lógica se impone,
un pleno cada tres meses, pues de dos en dos, no consigo dar cuentas de las
cuentas municipales sin convocar un pleno extraordinario. Bien es verdad que
estos colegas míos nunca han dado las cuentas trimestrales y así nos va, pero
hay que hacerlo.
Hasta ahora las comisiones se
celebraban para acabar media hora antes del pleno. Lo mejor será, para que
todos se lo curren, también la oposición, que las hagamos quince días antes del
pleno. Así no podrá decir la oposición que no tienen a tiempo la
información.
Llegados a este punto hay que
pensar en los sueldos. La ley nos pone unos topes y, bien está, así sea. Tengo
que congeniar esos límites con tener un buen equipo de gobierno y una buena
oposición, por fortuna ésta solo es un grupo municipal. Aunque fueran varios la
cosa no cambia.
El eterno dilema es a quienes y
cuantos hay que poner sueldo. Esto siempre es un follón. Así que, sin partir el
niño a la mitad, lo que me dice la ley, voy a innovar un poco, pero no
demasiado. Yo soy partidaria de sueldos más que de dietas. Las dietas son
bastante tramposas y enrevesadas. Los sueldos son fijos y cotizan para la
jubilación. Las dietas no cotizan y dan pie a que siendo variables, se queden
por inercia como fijas. Se me ocurre que el sueldo hay que ponérselo al portavoz
o representante de cada uno de los grupos municipales. Con ello consigo evitar
las peleas de sueldo y dietas y que la designación de tenientes de alcalde
tengan sueldos distintos. En mi situación la cosa me sale redonda. El equipo de
Gobierno lo formamos tres partidos y yo. Tengo que nombrar tres tenientes de
alcalde, uno por grupo municipal, que normalmente es el representante y
portavoz del grupo y ya tienen asignado el sueldo. Además quiero ser buena
alcaldesa y para serlo, además de un buen equipo de gobierno, tengo que tener
una buena oposición. En mi caso solo un grupo municipal cuyo representante y
portavoz también tendrá su sueldo, idéntico a los otros. La cosa quedaría así:
Hasta ahora la broma nos salía a 154.569,98 €. Así que ahorro 14.000,00 € aprox. La
cantidad de cada portavocía viene dada por ser la renta bruta media en Guriezo
al día de hoy. No me dirán que no trato de ser justa, que no hay que olvidar a
los 144 parados. El coste total aprox. sería de 184.000,00 € frente a los aprox.
193.000,00 € que había hasta ahora.
Las dietas
quedan limitadas, por tanto, al resto de concejales que no tienen sueldo y por
la asistencia a plenos y comisiones. Si los portavoces de cada grupo municipal,
con mas de un representante fueran igual de generosos, dejarían la asistencia a
las comisiones a otros concejales que además de trabajar gratis, tendrían una
compensación por esas asistencias y les obligaría a trabajar en equipo.
Las tres
comisiones informativas nos costarían al año aprox.:
Los Plenos
nos saldrían al año aprox.:
Puede llegar
a ser más, si hubiera que hacer varios plenos extraordinarios. Aquí solo estoy
contando con cuatro Plenos ordinarios obligatorios y el Extraordinario de
Presupuestos generales.
Del ahorro en
dietas ordinarias, de comisiones y plenos, mejor ni hablamos que aunque a 60,00
€, solo los dos concejales del PRC, sin comisiones ni plenos, nos costarían a
razón de 28.800,00 € al año. Eso sin contar el resto de concejales de la
oposición que eran cinco.
Me vuelvo a
levantar, esta vez del sueño en el que era alcaldesa y me encuentro una
realidad mucho más gris, como de no haber aprendido nada de la pandemia y su
obligado confinamiento. Me ha despertado la música a todo trapo del bar de al
lado y el griterío desafinante de algunos clientes que sin mascarilla ni
distancia de seguridad entonaban “que el ritmo no pare…”
Como para ir
a mear y no echar gota.
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