Cuando uno se presenta a la
gestión política de lo público y tiene la mala suerte de obtener mayorías
suficientes, mediante un pacto ciego y muerto, la parte perjudicada tiene la
obligación de intentar por todos los medios que el pacto se cumpla. Si no se
cumple, a pesar de todo, con romper el pacto y pasarse a la oposición; lo tiene
todo hecho respecto del pacto.
A partir de ahí, el grupo
mayoritario (el PRC, en nuestro caso) se queda con su gobierno en minoría y,
con la responsabilidad adquirida deberá seguir adelante en minoría mayoritaria.
Si quiere seguir gobernando tendrá que intentar negociar cada una de sus
propuestas, para sacarlas adelante en las comisiones informativas y los plenos.
La oposición, si quiere cambiar
las políticas gubernamentales, la línea política y administrativa, tendrá que
ayudar en la negociación propuesta por el gobierno o, por el contrario,
negociar entre opositores sus programas para sacar adelante sus propias
propuestas; dejando en evidencia la incapacidad de gobernar de ese gobierno
municipal.
El primer escollo que todo
gobierno municipal tiene que salvar es, los presupuestos municipales. En
Guriezo, por lo pronto, están sin aprobar por dos motivos esenciales: primero,
el socio de gobierno no está de acuerdo, pues no contienen ni una sola partida
presupuestaria para el área de montes de la que se responsabilizó. Segundo, la
representación de los trabajadores impugna esos presupuestos por insuficientes,
ya que lo acordado en el convenio no se ve reflejado y no figura la relación de
puestos de trabajo, que no se ha negociado con esa representación de los
trabajadores.
Por lo tanto, si nada cambiara,
esos presupuestos no se aprobarán. El gobierno puede prorrogar los presupuestos
de 2019 y todo seguiría tal cual. Pero aquí es donde entra en juego la
oposición, para dejar en evidencia la incapacidad del PRC. La oposición tiene
la obligación real, moral y política de intentar, mediante una moción, que el
gobierno municipal presente otros presupuestos. Lo que obligaría al PRC a
negociar con el PSOE. De no conseguirlo el PRC, la oposición tendrá que
presentar otra moción que obligue al PRC a presentar una moción de confianza o
negociar con el PSOE otros presupuestos (sobre la base de los programas de la
oposición), dejando al PRC sin la posibilidad de prorrogar los presupuestos de
2019.
No soy partidario de las mociones
de censura. Pero aquí tienen un buen argumento los necesitados y menesterosos
del poder, cuando sin programa, van llorando este tipo de mociones. Y es el
mejor argumento, por lo que les dije en el artículo anterior:
El PRC carece de programa de
gobierno, porque no tiene forma de financiar lo que pretenden, si es que
pretenden algo. Ya que no nos han dicho ni por activa ni por pasiva qué es lo
que van a llevar a cabo; porque una cosa es su programa electoral y otra bien
distinta el contenido del Pacto con el PSOE, que ellos mismos han vaciado al no
tener previsto en el presupuesto, gasto alguno para los montes.
Pero si vamos a su programa
electoral, el del PRC, y lo confrontamos con los presupuestos que pretenden aprobar
vemos, por ejemplo que:
Prometían ayudas al sector
ganadero en forma de bajada de impuestos, que en realidad ha sido una subida
del 33,3 % en la construcción de instalaciones. Pero no han determinado ningún
gasto ni anual ni plurianual para la recuperación de pastos; aunque dicen haber
recuperado (desconocemos el coste económico y ecológico) unas pocas hectáreas
en el monte Arza.
Si vamos a la esperpéntica
propuesta de construir un matadero municipal, resulta que no figura en los
presupuestos ni una sola partida, anual o plurianual, para dicho fin. Y así con
todo.
Pero claro está que no se puede
plantear una moción de censura sin un programa de gobierno. No se le puede
achacar a nadie que no tiene programa de gobierno, si a la vez, el achacador o
achacadores, no presentan su propio programa como alternativa al “no programa”
existente. Si lo único que presentamos es un nuevo equipo de gobierno con las
mismas vaciedades que ellos llaman experiencia… mal vamos. Mejor dicho, vamos
peor, por mucho que se empeñen en recuperar los asuntos que quedaron pendientes
de la legislatura anterior y que Ángel Llano no quiere hacer, porque lo
empezaron los otros. Recuperar las asignaturas que quedaron pendientes es lo
mismo que repetir el curso, un atraso de cuatro años, que se suma a los
cuarenta y uno que ya llevamos acumulados. Y eso que no contamos con los
cuarenta de la dictadura, en la que algunos siguen envueltos, visto que deciden
quien puede negociar y quien no; imponiéndoselo al resto, y el resto aceptando.
Evidentemente, esto son
elucubraciones mías, sobre lo que algunas lenguas viperinas largan y deslargan.
Piensen, por otro lado, la sorpresa del otro día en castropuntoradio.es
donde se desmienten los comentarios que no eran de dominio público y, como que
refuerzan su pacto PRC-PSOE. Se echa en falta por parte de la oposición su
desmentido o su reforzamiento de sus posiciones.
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