En el Pleno de ayer, triunfó la cordura lúdica. No salió adelante la desmesurada subida de la tasa de ludoteca. Pena que nadie se atreviera a proponer la supresión de la tasa o precio público.
Curiosa fue la posición del PRC frente a la insistencia de la opos. En un claro y prevaricador desplante, nuestro alcalde nos dejó sin habla, no queriendo sacar a votación el tratamiento de la moción del convenio.
Mientras no dudó nuestro alcalde, ni la Secretaría, en votarla en un pleno extraordinario, cosa que no contemplan las normas. Lo impide, cuando las normas obligan. Todo del revés lo hace nuestro alcalde. El desconocimiento es padre de la osadía y tío de los metepatas.
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