Lo que “natura non da, Salamanca non presta”. Viene a cuento esto porque el reportero más dicharachero del valle se empeña en quitarme méritos, que en el fondo tampoco lo son. El demérito según sus reales entendederas es mi no capacitación técnica en materia de aguas. Y es cierto, no tengo conocimientos técnicos en esa fluida materia.
El pasado 28 de mayo, nuestro particular hereje al través de los hilos conductores, afirmaba: “Lo mas gracioso de todo esto es que siguen sin entender que ellos, todos ellos no son técnicos ni tienen en la mano ningún estudio que así lo demuestre, para hablar de tarifas, cuantías de inversión ni de ningún otro tipo, pero se aventuran a ponerle cifra a todo.
Para quedarse boquiabierto el personal es la cantidad que citan de 200.000 € para gastarlo en….. Perdonen la expresión UNA NECIA OCURRENCIA”.
Realizaré una “aleteia”, le quitaré el velo o cubridor que nubla no solo su vista si no también su exiguo cerebro. Piensa el reportero más dicharachero que como el fraile somos todos de su aire, y no señor. No. Otros por fortuna, y desgracia para él, estamos hechos de otra pasta. La pasta de la prudencia, de la información, de la mesura de sopesar las cosas y contar con las personas que conocen más que yo.
La cifra de 200.000 euros proviene, sale, de calcular el costo del asesoramiento de cualquier empresa que tiene técnicos especializados en materia acuática. Consultadas entre otras Veolia, ANSA, Aqualia y Uren Partzuergoa (Consorcio de aguas del Gran Bilbao). Alguna de dichas empresas conoce bien la cuestión del agua en Guriezo. Mejorar los decantados e instalar y poner a funcionar un sistema de tratamiento de rayos UV, lo he obtenido de esas mismas empresas y de un Consorzio delle acque libere en varios pueblos italianos, cuyos habitantes (más de 5.000) se gestionan por sí mismos el agua, sin intervención de empresa privada alguna ni de sus Ayuntamientos; con quienes mantengo contacto para saber algo más. Si todo esto, que a nuestro insigne reportero le parece poco, nada, le añadimos que conozco por obligación cómo se han de gestionar los servicios públicos, con treinta años de experiencia y algún mes más. Pues ya ve cómo la necedad de la ocurrencia es la suya, de él. Quien se demuestra, hablando por hablar, un perfecto cuacuaracuá. Un temerario y un impostor, un testaferro de la palabra ajena, de discursos ajenos que se los ponen delante solo para que el reportero más dicharachero del valle los propague.
Qué sabrá el mentecato reportero de participación ciudadana, me pregunto. Cuando nos plantea que la oposición está haciendo “calceta en su casa y en la ajena”. Rascándose las pelotas (con perdón) a dos, tres, quince manos durante tres legislaturas completas, dos de mayoría absoluta prometiendo crear una empresa pública para la gestión del agua y privatizándola acto seguido. Poniendo a disposición sus cinco votos y echándose atrás cuando la cosa ya estaba hecha, por otros; que ni tan siquiera aportaron un renglón al documento inicial. Igual que sus denostados “mis” concejales.
En un descuido nuestro reportero más dicharachero del valle se califica él solito, sin ayuda de nadie, ha caído en la trampa que le ha puesto su dictador: “Lo que si podemos tener claro es que mientras algunos manipulen los diferentes medios que pueden utilizar los ciudadanos para hacerse oír, las cosas no funcionaran por que la independencia quedara manchada por los intereses de unos individuos que luego sacan conjeturas de donde no las hay o en este caso reuniones, propuestas y no se cuantas cosas mas que imaginan que alguna vez pudieron suceder…..En fin que llevan todo este tiempo con la misma canción y no se dan cuenta que en la fiesta ya solamente quedan ellos”. Nuestro inestimable mea pilas, que niega insistentemente defender al Sr. Izaguirre y al PRC, el que acababa de llegar y pedía información para mejor votar, el que dos segundos más tarde ya conoce toda la historia y los dimes y diretes de un pueblo, tiene la fea costumbre de acusar a los demás de lo que él y sus mentores, referidotes, relatores y dictadores han cometido, cometen y cometerán.
Probablemente nuestro genuino y genial reportero, el más dicharachero del valle, solo sea un caballero de fortuna, a tanto la palabra, a tanto el renglón, a tanto la página; el negro que difunde una literatura de mierda, con una conciencia de mierda.
Un saludo y corred la voz.
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