Cuando compré mi vivienda, una pequeñísima parte de su valor era el contador de agua. Una ínfima parte de la vivienda era el contador de agua. Era una parte, exigua, de mi propiedad. Esa propiedad hoy me ha sido robada y cambiada por otro contador que yo no necesito para nada. Y no necesito ese nuevo contador porque es más feo que el que yo ya tenía. Y no lo necesito porque el mío funcionaba bien, medía como debe medir un contador de fluidos, agua o aire que pasara por él, sin piedad lo media a la perfección.
Lo grave, aunque el hecho en sí no lo parezca, es que ASCAN, SA., no me ha comunicado formalmente, en ningún caso, su pretensión ni ha buscado mi acuerdo o desacuerdo. Como si el contador mío fuera suyo. Ni tan siquiera se ha dignado en darme un documento en el que se fije el trueque o cambio. A la brava, como si mi voluntad sobre mi propiedad no existiera o, de existir, no contara.
Con esa medida ASCAN, SA. qué pretende. Se lo digo yo. Por un lado realizar un gasto de forma que pueda justificar ante el Ayuntamiento, de manera que acreite una parte de los 700.000 euros que debiera haber invertido.
Por otro lado, al privarme de mi propiedad sin existencia documental del trueque, ese contador es prueba y tienen las facturas de que es de la empresa ASCAN, SA.; así justificarán el cobro de mantenimiento que hasta ahora han pretendido cobrar ilegalmente. Así ahora será legal que pretendan cobrarme el mantenimiento que, sin duda, seguirá siendo ilegal. Y que pretenderán cambiarle el nombre, sin modificar la ordenanza, por alquiler de contador. Puesto que la propiedad es suya.
Sintiéndolo mucho, ahora mismo (12:20horas) voy al cuartel de la Guardia Civil a comunicar el robo de mi propiedad y el cambio hecho.
Ellos no cejarán (pero ¿les conviene?), nosotros tampoco.
Un saludo y corred la voz.
Sintiéndolo mucho, ahora mismo (12:20horas) voy al cuartel de la Guardia Civil a comunicar el robo de mi propiedad y el cambio hecho.
Ellos no cejarán (pero ¿les conviene?), nosotros tampoco.
Un saludo y corred la voz.
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