Creía yo, en mi ingenuidad, que
nuestros representantes en el ayunta tenían verdadera intención de intentar
solucionar el desaguisado que nos han provocado. Así lo manifestaban los
últimos concejales en abandonar el equipo de gobierno, en la entrevista que les
hicieron en Guriezo News.
Estaba convencido de que
intentarían un pacto a cinco bandas (PRC, PP, SG y dos no adscritos). Es más,
así lo aseguraban algunos en los diversos mentideros. Me aseguraron, además,
que una tarde noche de esta semana se habían reunido SG y PRC, con el fin de
pactar un arreglo.
En El Diario Montañés del viernes
24, nos vienen a confundir en la entradilla de la noticia con: “Los concejales
que abandonaron el equipo de gobierno de Guriezo apelan al diálogo con el
exalcalde regionalista para desbloquear el municipio”. Para acto seguido y con
las excusas de siempre, arremeter contra Ángel Llano y alguno de sus actuales y
pasados concejales regionalistas, poniéndoles de chupajornales.
Apelas al diálogo con diálogo. Si
lo haces apelando a la supuesta falta de ética y la delictiva cobranza de
sueldos y dietas… Apaga y vámonos. Porque, claro está, si en 2011-2015, además
del sueldo cobraban dietas significa que el alcalde de entonces lo permitió; al
menos durante un tiempo. Si además lo supieron, sabían y saben, habrán de
explicar por qué no lo denunciaron en su momento como era su deber.
En fin, cosas de la política guriezana; de la
que ya les he dicho que consiste en taparse las vergüenzas unos a otros, con el
fin de mantenerse en las poltronas.
Esta legislatura está resultando
una comicada. Al decir de los guionistas, el primer equipo de gobierno se rompe,
por culpa de Lola. El segundo equipo de gobierno también se rompe, la lía Lola.
La concejala entonces y alcaldesa ahora es nada menos que la Cruella de Vil y
los diez restantes concejales, algo así como los 101 Dálmatas. Tal alarde de
puerilidad me conmueve, oiga.
Es evidente que las posibilidades
de diálogo las han roto al chivarse a la dirección del PRC del percal que
tienen con Ángel Llano. La propuesta que llevaban solo podía ser una, por la
reacción que han tenido. Y ésta se limitaba a que un concejal de SG renunciaba
a su Acta de concejal y Ángel Llano hacía lo propio. Cosa que ningún concejal y
partido en su sano juicio aceptaría jamás. Con lo que se ha perdido la
posibilidad de encontrar seis (6) posibles votos para la segunda moción de
censura.
Otra cosa hubiera sido que se
hubieran trabajado a alguno de los delfines de Ángel Llano y que éste, desde
dentro, hubiera ido ganando consensos dentro del partido hasta tumbarle. Que
puede que ocurra, pero no en lo que queda de legislatura; pues, de momento, no
hay un Marco Junio Bruto que desate los
idus de marzo. O que no ha llegado marzo todavía.
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