Hoy se ha celebrado el Pleno más rocambolesco de
la historia de la democracia guriezana. Para ir a mear y no echar gota.
Bien es cierto que al Alcalde no le quedaban
muchas más posibilidades que la de “dimisionar” a los cinco concejales díscolos.
Pero antes de eso, los cinco díscolos concejales por coherencia, por decencia,
por sentido de lo que venían representando (la Institución) debieran
haber dimitido antes de que les cesaran. No lo hicieron así demostrando que priman
más sus propios intereses que el de los votantes a los que habrán de responder
y que el interés general.
El Alcalde, pues, ha presentado en el Pleno los
Decretos en los que revoca todas las competencias delegadas hechas a favor de
esos cinco concejales. También la de los nombramientos de las Tenencias de
Alcaldía que recaían en Ángel Llano, Rosalía García y Javier Puente. Ya no son
tenientes de Alcalde. Ni Ángel Llano es Tesorero. Proponía el Alcalde como
nuevos Tenientes de Alcalde a los concejales Francisco Gutiérrez y Gustavo
Zuluaga, pero no aceptan el nombramiento.
La situación creada es de total parálisis
institucional. Los cinco concejales díscolos han traicionado el sentir del voto
que recibieron. Se presentaron como los mejores gestores que Guriezo podía
tener y, a las mínimas de cambio, sin haber gestionado nada, tras desconflautar
toda la Institución,
todo el Ayuntamiento, se bajan, obligan al Alcalde a que les baje de la burra.
El Alcalde por su parte ha cometido un grave
error no llegar a acuerdos, para finalizar la legislatura, con sus propios
compañeros de partido. El Alcalde no ha sabido calcular las consecuencias de sus
propias decisiones y cesando a los cinco concejales díscolos se ha encontrado
sin ningún apoyo. Pero claro, qué otra cosa podía esperar si antes de tomar la
decisión de cesarlos no se ha molestado en negociar nada con la oposición.
No puede pretender el Alcalde, como ha pretendido
ante la renuncia de nombramiento de Tenientes de Alcalde en Gustavo y
Francisco, que le acepten los nombramientos los concejales de la oposición. Es
absurdo. Cuando se quiere nombrar a alguien para un cargo hay que asegurarse
que el interesado vaya a aceptar el nombramiento.
Con la Tesorería nos pasa tres cuartas de lo mismo. Pretender
que sea el Alguacil el nuevo tesorero es absurdo. Sin menospreciar al Alguacil,
todo lo contrario. En su trabajo es el mejor, pero si el hombre no se siente
preparado o simplemente no quiere, pues opositó par alguacil no para tesorero
¿cómo le vamos a dar una responsabilidad que no ha querido nunca ejercer? Si
además no sabemos cuales son las condiciones laborales ni económicas de esa
responsabilidad de tesorero ¿cómo va a querer nadie ser el tesorero?
El resultado es que todo queda pendiente de un
hilo y el Ayuntamiento está desmantelado de facto, pues carece de los
necesarios cargos políticos y administrativos necesarios para poder funcionar.
Ahora solo queda una cosa por hacer y que el
Ayuntamiento así no se paralice. El Alcalde tiene que negociar, sin remedio,
con los grupos de la oposición y conseguir así la estabilidad necesaria para
que nuestro Ayuntamiento funcione. La oposición tiene que hacer un alarde de
sinceridad consigo misma. Lo fácil y cómodo es decir que tal y como el PRC ha
hundido el ayuntamiento, ha de ser el PRC quien lo levante. Las elecciones están
cerca y el desastre es responsabilidad del PRC, que a río revuelto ganancia de
pescadores. Pero no. Eso es lo fácil. Pero ellos no se presentaron a las
elecciones para ver la caída del imperio PRC, ni la debacle del Ayuntamiento. Se
presentaron para intentar solucionar los problemas existentes, que no eran
pocos. Es cierto que visto lo visto, los problemas ahora son mayores. Pues eso,
tendrán que poner el hombro con mayores ganas al ser mayores los problemas.
Que nadie piense, como ya están pensando algunos,
que eso es apoyar a Izaguirre, al Alcalde. No. Rotundamente, no. Eso es apoyar
la causa de los intereses generales. Eso es dejar a un lado el partidismo y
velar porque el Ayuntamiento funcione, al menos los últimos siete u ocho meses
que faltan para las próximas elecciones.
Si nuestro Alcalde tuviera la suficiente cintura
política, haría un alarde de generosidad y dimitiría como Alcalde, poniendo a
disposición de la
Corporación su cargo, al haberse quedado en minoría
minoritaria. Está él solo y uno solo no puede hacer nada. Ha de negociar con la
oposición para hacer un gobierno de concentración con tres puntos básicos (ya
hablaremos de cuáles son esos tres puntos básicos). Entre los seis concejales
(Izaguirre, 4 del PP y 1 del Partido Socialista de Guriezo) seleccionarían el
candidato a la Alcaldía
y le votarían, designarían dos Tenientes de Alcalde para la continuidad de la
institución política y seleccionarían a alguien con la capacidad necesaria para
la Tesorería
(que ahí tenemos otro gravísimo problema).
Para dar solución a estos problemas les queda
poco tiempo. Si son generosos todos ellos y es verdad que velan por el interés
general. Si se olvidan de posibles rencillas personales, intereses partidistas
e intereses personales, estoy seguro que pueden con ello.
Es un momento histórico que no deben desaprovechar.
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