martes, 21 de agosto de 2012

EL PLAN PARCIAL DE LA GÁNDARA. LO QUE NO LES CONTARÁN.


Ya les comenté con anterioridad que los terrenos del Plan Parcial de La Gándara tenían que haber estado en poder del Ayuntamiento desde el mismo momento en que se dio el primer permiso para su realización. Es una de las condiciones, precisamente, para dar el citado permiso de obras; la cesión gratuita (que luego no lo es tanto, ya que va en el precio que los compradores deben de pagar) del 15% del suelo. Si el promotor o promotores, dejaron caducar el proyecto, el Plan Parcial, es un problema de ellos. Pero la buena gestión de nuestros mandakaris hizo en su día, 20 años (que 20 años no es nada) al decir del actual PRC, que no tengamos esos terrenos disponibles.

Y cuál fue el motivo por el que el Sr. Izaguirre, en el año 2000, en vez de obtener el suelo lo cambió por pesetillas de la época, por un precio irrisorio... Que nos lo explique el Sr. Ángel Llano (Jr.).

En honor a la precisión, saben ustedes que me priva la precisión, y para evitar que el Concejal de Hacienda les cuente otra bola, la enésima, les cuento yo como fue la cosa de La Gándara y cómo todos los participantes en ese proyecto de Plan Parcial, olvidan sus propios actos siendo como eran Concejales y Alcalde (no así el Sr. Llano, que en este caso y en todos se fía de las trolas del Sr. Izaguirre, flaco de memoria).

Las leyes y normas urbanísticas preveían dos formas de obtener el suelo de cesión gratuita que promotores y/ o constructores debieran dar a los Ayuntamientos. Por un lado era, como norma general, la cesión real del 15% del terreno; ya fuera esta cesión en el mismo lugar (como podía ser en La Gándara) o por mandato directo del ayuntamiento, en aquellos lugares donde estuviera previsto el suelo para “dotaciones y servicios”. La otra fórmula era “monetarizar” esos terrenos. Esta fórmula, especialísima y puntual, era para obtener dinero en caso de necesidad real y más que justificada. Y la justificación tenía que venir plasmada en los informes técnicos y económicos que justificaban la toma de esta posibilidad.

En Guriezo, sin embargo, la norma especial de la “monetarización” (bruto palabro) se tomó como norma general y así, se monetarizaba todo, mientras se perdían terrenos reales que habrían de servir para realizar infraestructuras (polideportivo, etc.) y poner en funcionamiento los posibles servicios futuros. Pensando, además, que las previsiones del Ayuntamiento de aquellos momentos era la de aumentar no solo la construcción, sino que esta venía pensada precisamente en el aumento de población, un crecimiento (desproporcionado a mi modo de ver) demográfico muy alto del municipio; no caben dudas de que el aumento de demanda real y legal de más servicios había de llegar más temprano que tarde. Por eso mismo, olvidar la obtención de los terrenos y obtener su monetarización era, ha sido y es, hoy se ve mejor que nunca, el gran error de nuestros corporativos. Una falta de visión de futuro que quieren hacernos pasar por una buena gestión.

Olvidan casi todos los concejales del PRC (excluimos al Sr. Ángel Llano junior, por razones obvias), los concejales Odriozola y Garma del actual PP (los otros por idénticas razones quedan excluidos) y del concejal Ibarra hoy PSOE, que en el año 1998, en Pleno Extraordinario de 16 de julio, aprobaron “el proyecto de compensación presentado por la sociedad «Lugrobles, S. L.» del Plan Parcial «La Gándara”. Olvidan que tras un procedimiento Contencioso – Administrativo, finalizado con la Sentencia de la Sala de lo Contencioso – Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, estableció que el valor de los terrenos a ceder, lo que el Ayuntamiento debiera de cobrar de la promotora «Lugrobles, S. L.» “era de veinticuatro millones novecientas treinta mil ciento treinta y siete (24.930.137) pesetas” Y así se publicó en el BOC núm. 204, de 23 de octubre de 2000, pág. 7421. Y es tal vez, solo tal vez, por eso por lo que el Ayuntamiento no tiene esos terrenos.

Ahora bien, yo desconozco si la promotora pagó o no dicha cantidad al Ayuntamiento. Pero da igual. Si lo pagó no puede el Ayuntamiento reclamar ahora los terrenos. Si no lo pagó en su día, tenía que haber reclamado o el pago por vía de apremio o la cesión real de los terrenos afectados. Pero, al final, nada de eso se ha hecho que yo sepa. Y por eso mismo no tenemos los terrenos.

Pero hay un dato glorioso que propicia que sí podamos tener los terrenos, por lo que no sería estrictamente necesario comprar las parcelas ya compradas, al parecer. Y es que aquel proyecto no se realizó nunca. Aquel proyecto, por caducidad, quedó en nada. Pero, al decir de las malas lenguas, las lenguas viperinas, los promotores del medio fracasado segundo proyecto de Plan Parcial de La Gándara, parece que ha consultado el pasado viernes (18 de agosto) con ASCAN para el servicio de agua y sus pormenores.

A día de hoy, por fortuna, no se pueden monetarizar las cesiones de terrenos que deben revertir a favor del Ayuntamiento. Por lo tanto, si pensamos que todos los dineros que se obtengan han de ir a pagar la gamberrada y latrocinio que supone el Plan de Ajuste; si pensamos que nuestros cagaprisas, han comprado las parcelas en vez de esperar un poco, cuatro – ocho días, y si el proyecto de La Gándara se aprobara, resultaría que el Ayuntamiento podía exigir a los nuevos promotores que el terreno, la cesión obligatoria, en vez de darse en La Gándara se hiciera en Revilla. Ahorrándonos con ello, oye, los 180 mil eurazos de esa operación de compra absurda.

Ya ven ustedes, Estos son unos cantamañanas de mucho cuidado.

Un saludo desganado.

PS.: Piensen por un momento, que las parcelas compradas son unos 7.500 metros cuadrados. En su momento, al aprobarse, se verá si el Plan de La Gándara ocupa más o menos los 107 mil metros cuadrados, con lo que el Ayuntamiento debiera de recibir un espacio de terreno próximo a los 16.000 metros cuadrados, que a un valor de 24 euros supondría unos 387 mil euros. Esto es una aproximación a la gamberrada que nos están haciendo.

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