El articulillo de hoy no pretende hacer críticas a la gestión municipal, ni
sangre, dada la situación. Tampoco pretendo varear a una oposición que ya va, de suyo, un poco desorientada. Se trata, pues, de intentar razonar sobre lo que
nos puede venir a poco que mejore la terrible y dramática situación que muchos
están pasando.
En Guriezo nos ha caído la suerte, espero que no sean las últimas palabras
famosas, que de momento no estamos teniendo grandes problemas. Es jodido estar
recluidos, qué les voy a contar a ustedes. Nos han prorrogado la vida monástica
y algunos no tenemos ese pequeño claustro, para perder nuestros pasos dándoles
aire; ahora que está algo más limpio. Alguno de nuestros vecinos, esta
situación de claustro, la estará viviendo con una sonrisilla irónica. Pensando,
tal vez, que hace porrón de años le mandaron a una guerra y hoy le mandan
quedarse en casa.
Me ha gustado esa campaña que nuestro Ayto. nos ha puesto en la web y el face: “¡Orgullosos
de vuestra implicación y esfuerzo!”; “Para que todo vuelva la normalidad” y “Todo
saldrá bien”
Pero vayamos al qué, disquisiciones aparte. Y al hilo de esas frases.
“Para que todo vuelva la normalidad”
Desgraciadamente nada volverá a “la normalidad” anterior y esperemos que
así sea. Si no, que Dios nos pille confesados. Si de esta no hemos aprendido
nada, como la importancia y necesidad de unos servicios públicos bien dotados,
de medios y de personal, todo volverá a esa “normalidad” anterior que en
absoluto es deseable.
Mucho me temo, al tiempo, que el consultorio no abrirá jamás. Les ha venido
que ni pintiparada esta hecatombe, para que el previsto cierre definitivo y
escalonado lo hayan podido adelantar. Veremos si entre todos, cuando esto
acabe, somos capaces de dejar de aplaudir y ponernos en movimiento para
recuperarlo y aumentarlo. Como mínimo al momento anterior al 15 de junio de
2019.
Veremos si somos capaces de reclamar que se aplique el convenio del
personal laboral y que se celebre la oposición para cubrir ese puesto de peón
de servicios múltiples, que está pendiente. Como está pendiente la aprobación
de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y de la Oferta Pública de Empleo.
A ver si somos capaces de exigir que los consorcios dejen de ser pleiteados
por el Gobierno de Cantabria. Mejor dicho, por Presidencia del Gobierno de
Cantabria. Que se deslinden los montes que aún faltan y se realice, de una vez
por todas, el Plan de Ordenación; se valoren como mandan los cánones de los
aprovechamientos y la ordenanza fiscal.
Se regularice, mediante la oportuna ordenanza, la situación del servicio de
aguas, con la firma de un buen acuerdo con Inimawater.
Se dote al polideportivo de los recursos económicos y de personal
necesarios, con su ordenanza. Se abra el Albergue de peregrinos, con su
personal y su precio público.
Mientras todo esto llega o no, en este período de impás, bien podía nuestro
ayuntamiento comenzar a llenar de contenidos la página web y el portal de
transparencia, que el pobre está todo vacío, como nuestras calles. Podían
aprovechar a actualizar los datos de los barrios, por ejemplo, que datan de
2011.
Pero, sobre todo, cuánto me gustaría que se nos fueran bajando los humos y
empezáramos a pensar que un covid cualquiera puede mandar al traste a todo hijo
pitxitxi y sus circunstancias. Que cuando volvamos a relacionarnos, los hagamos
como el covid ese que no mira ideologías, edades, condición social y económica
ni lugar de origen.
En la esperanza…
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