martes, 5 de julio de 2022

NO CABE MAYOR VERGÜENZA

 

PEDIR PARA HACER Y HACER PARA IMPEDIR HACER

No salgo de mi asombro viendo la grabación del último Pleno de 4 de julio de 2022.


De entrada, el PRC pedía que se haga la rendición de cuentas de los ejercicios 2020 y 2021 y se comunique al organismo competente. Pues bien. Si ustedes se fijan, siguen sin rendirse las cuentas del ejercicio de 2019, año en que el Sr. Ángel Llano se hizo cargo de la alcaldía en su segunda mitad. Y ahí sigue, sin darse las cuentas al Tribunal de Cuentas. Tú lo haces, que yo no hice, pero tú perversa y malvada alcaldesa, incapaz donde las haya, tienes que hacerlo. ¡Prrroooot! Escatológica deposición del grupo municipal del PRC.

Eso sí, a la hora de aprobar su propia propuesta, montan la marimorena, evitando así su aprobación.

Si vamos a la liquidación de los correspondientes presupuestos de 2019, veremos que:


Tenemos obligaciones pendientes de pago, facturas sin pagar, por valor de 149.827,19 €; sin embargo, de eso no hablan ninguno de los concejales. Pero ríanse ustedes que el remanente de tesorería para gastos generales fue de 1.251.185,63 €, con los que bien se podían haber pagado los 149.827,19 €.

Tampoco hablan de los derechos pendientes de cobro por valor de 74.685,66 €, que nadie se ha molestado en todo este tiempo en hacer y abrir la vía ejecutiva y las providencias de apremio, si fuera necesario. Pero como no se hacen ni la ejecutiva ni las providencias de apremio, resulta que los Saldos de dudoso cobro (impuestos, tasas y cánones que no se intentan cobrar) alcanzaron a 31/12/2019 la friolera de 594.413,03€, que eran 26.562,61 € más que en 2018.

Y, por último, aunque sea lo primero y más vergonzoso es comprobar que se abre el turno de palabra previo a la aprobación del acta de la sesión anterior y nadie dice ni pampeloponeso, ni tampoco mu. Y cuando la alcaldesa da paso a la votación, es entonces cuando todos quieren hablar y hablan a destiempo y despropositadamente. Qué falta de respeto a los ciudadanos, pues son ellos los primeros que han de cumplir con las normas. Qué falta de respeto a la autoridad de la alcaldesa. Qué falta de respeto a sí mismos, que no tienen la necesaria valentía de hablar cuando les dan la palabra y se dedican a despotricar fuera de tiempo, de norma y de decencia política. La estupidez humana es lo que tiene.

Ni siquiera se molestan en leer, estudiar, los documentos que se les presentan y con los que debieran trabajar ya sea su acción de gobierno o de oposición. Se olvidan, por eso mismo, de lo que aprobaron tiempo atrás y así nos luce el pelo. Y así les luce el pelo.

No cabe mayor vergüenza donde impera la desvergüenza absoluta.

 

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