Sinceramente, no sé si lo son o se lo hacen.
Cuando toda la prensa pero, sobre
todo, las autoridades sanitarias de todas las comunidades, incluida esta
Cantabria nuestra, anuncian a bombo y platillo que la tercera ola se nos ha
echado encima. Cuando hemos pasado del estado tres al más alto de la alarma, el
cuatro. Cuando hoy mismo, día 13, nos van a recortar más la movilidad y la frecuentación
social, van nuestros prebostes del PRC Guriezano y lanzan su campaña de
enmierdamiento general.
Se ponen a escribir y la náusea
nos inunda. Son tan torpes que piden a grito pelado en su fábrica de estulticias,
su Facebook, que
se abran todas las actividades y lo adornan con culturales. Desde que se
embarcaron en la bobada el lunes 11 hemos doblado el número de casos activos de 2
a 4 y el acumulado hemos pasado la cincuentena. Olé por ellos. Como profetas no
tienen precio y como desinformados, tampoco.
Que pidan imposibles no es lo grave,
no. Lo grave es que no se informen antes de soltarla a tanto el kilo y que,
además, sin sentido del ridículo alguno, lo usen para su particular campaña de
desinformación y desestabilización de un gobierno municipal que, estable o no,
está pendiente de aprobar los presupuestos de este año 2021. A lo que no les
hemos visto decir ni pío.
Con dos convocatorias abiertas de
su particular campaña montañera, no les hemos visto decir ni pampeloponeso.
Precisamente donde más tenían que decir, según su programa, callan y miran para
otro lado, como que no va con ellos. Va a ser que no tienen programa de ningún
tipo y que no quieren influir positivamente en reglamentos y ordenanzas. Si al
menos hubieran repetido lo que dijeron en el Pleno del día 10 de diciembre pasado,
cuando les retiraron la propuesta. Esto del PRC Guriezano es lo que Robert
Allen Zimmerman y un tal Simon cantaron como “los sonidos del silencio”, pero
en inglés que no es materia de mis competencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario