domingo, 29 de noviembre de 2020

LAS COSAS INSIGNIFICANTES

 

Viendo la Sesión Plenaria de 26 de noviembre de 2020, no salgo de mi asombro. Al tratar el punto segundo, del plan presupuestario 2020-2023 no ha existido debate. Un pequeño y educado rifirrafe entre el concejal Sr. Izaguirre y la Secretara Interventor, que nada aportaba a la sesión ni al asunto a tratar.

En primer lugar tenemos que declarar nuestro total desconocimiento del plan presupuestario aprobado con cinco votos a favor y seis abstenciones. Formalmente la Alcaldía debiera plantear, además del enunciado del punto a tratar, lo más básico de dicho plan presupuestario y los puntos principales del mismo. Acto seguido abrir el debate bien en orden inverso a la representación o en orden directo. Esto es, se abre el debate dando la palabra al grupo minoritario o al mayoritario. Incluso, dando la palabra al grupo de oposición y respondiendo bien la Alcaldía o el concejal delegado de Hacienda y así sucesivamente; para después dar paso al concejal que ha quedado un tanto descolgado del PP. Suponiendo, claro está, que el resto de concejales ya lo tenían más que tratado y no van a tomar la palabra si no es por alusiones directas.

Sin embargo la palabra la tomó el Sr. Izaguirre para echar en cara a la Secretaría Intervención que no hubiera hecho su, teóricamente, trabajo. Pues bien, parece mentira que la Alcaldía no cortara un debate que nada tenía que ver con el asunto a tratar. No se trataba de aprobar quién tiene que realizar dicho trabajo.

Cierto es que tanto la Secretaría, a través de la dirección, jefatura o negociado de Patrimonio, ha de presentar su informe y, de no existir dicho informe, no se debiera haber presentado a la aprobación el plan presupuestario. De igual forma, la Intervención debiera realizar su informe de fiscalización previa del Plan presupuestario, que de no existir… bla, bla. Y por supuesto, no puede faltar la Resolución del Sr. Concejal Delegado del Área de hacienda, que es quien en realidad tiene la obligación, por delegación de la Alcaldía, de realizar y llevar a cabo dicho Plan Presupuestario. Y en este último punto, el de la Resolución del Concejal Delegado o bien de la propia Alcaldía, es donde se equivoca el Sr. Izaguirre. Pero parece mentira que la Secretaría Intervención no se lo espetara.

Razón tiene la Secretaría Intervención sobre la falta de personal, funcionario, para la tramitación de este tipo de expedientes. Y ello es debido a la falta de políticas de personal que se suplen con contratos de servicio de empresas externas y privadas. Lo que nos pasa por seguir votando a las mismas personas que desde hace décadas ocupan cargos sin enterase de lo que les pasa a diario.

Permítanme recordarles que, al igual que el presupuesto completo, este asuntillo aprobado hace tres días, debiera publicarse en el portal de transparencia. Y en ese mismo portal, debiera de estar colgado en la sección de Plenos, el orden del día de la sesión y la grabación que sí han colgado en el caralibro del zukerpollas.

En el punto cuarto, la Secretaría Intervención se toma atribuciones que no le competen y la Alcaldía no se lo impide. Ese asunto lo ha de presentar bien la propia alcaldía o el concejal delegado.

En el punto quinto, la moción del grupo municipal SG, debe ser planteada por el portavoz del propio grupo municipal, nada tiene que decir la Secretaría Intervención si no se le insta por la Alcaldía a que ilustre, sobre el asunto, a los miembros de la Corporación. Y efectivamente, tiene razón la oposición, se aprobó en el Pleno de enero y no se ejecutó el mandato del Pleno. Pero su ejecución tenía que haberla hecho el Sr. Llano y visto que no lo hizo, incumpliendo el mandato del Pleno, debiera realizarlo la nueva alcaldía, para lo que no hacía falta una nueva moción.

Es curioso seguir viendo cómo, de urgencia en este caso, se siguen llevando a la aprobación del Pleno las licencias de primera ocupación. Entre las competencias de la Alcaldía está la de contratar y realizar concesiones de toda clase que no superen el 10 % del presupuesto. Pues bien, una licencia urbanística que consiste en la concesión de la licencia de primera ocupación de una vivienda, nunca podrá superar ese 10% del presupesto. Por tanto esa concesión de esa licencia no es competencia del Pleno, sino de la Alcaldía. Otra cosa es que la Alcaldía haya delegado esa competencia en la Junta de Gobierno o en el Concejal Delegado de Urbanismo.

Piensen que esa licencia no es más que el documento en el que se concede el uso de una vivienda, tras la certificación del técnico de urbanismo de que las obras se ajustaron al proyecto y licencia de obras ya concedida.  Procedimiento reglado que no requiere más que la Resolución de la Alcaldía o del órgano delegado de aquella.

Ahora entenderán muchos de ustedes por qué se retrasan tanto esas licencias y por qué, absurdamente, se tratan en el Pleno y de urgencia, como en este caso. Y para más inri, no dicen de qué licencia de ocupación se trata (vivienda, tal; en el número, tal de la calle, barrio o paraje, cual) que es lo mínimo. Pero en fin.

El sumun es colocar un sistema de grabación que no prevé que los micros se abran y cierren por la presidencia del pleno. Así que mientras alguien habla, se hace intraducible lo que dice; ya que es un continuo ruido de cambiar papeles de un sitio a otro, pasar de páginas, o comentario infortunado del resto de concejales.

Qué decir tiene si hablamos de legitimidad para presentar alegaciones, no solo los concejales, sino organizaciones vecinales, particulares, organizaciones sindicales, etc., a cualquier acto administrativo. Faltaría más que no fuera así. Solo hace falta mirar las normas del procedimiento administrativo. Un debate estéril, porque efectivamente, habiendo presentado la oposición alegaciones a lo que fuere, han de ser respondidas. Pero es que además se estaban tratando las alegaciones para su desestimación, luego donde estaba el problema…

Si vamos a los asuntos personales, apaga y vámonos.

En resumen:

No se debate lo debatible. No se ejecutan los mandatos del Pleno y se presentan las mociones dos veces. Tratan asuntos ajenos al orden del día en un debate que nada tiene que ver. Tratan asuntos de competencia ajena al propio Pleno. Hay una sección de ruegos y preguntas, pero se pretende preguntar en un punto de comunicación, en vez de esperar. Se leen los informes que tenían que haberse leído en casa, pues tenía que estar entre la documentación para la Comisión Informativa y el propio Pleno. Debates estériles sobre lo ya sabido y manido ¿Quién da más?

Sinceramente, visto lo visto, mejor estaban callados todos. Porque quien más, quien menos, casi todos tienen motivos para no abrir esas cajas de pandora. Y mientras, entre dimes y diretes, las cositas insignificantes del pueblo sin tocar.

Yo ahí lo dejo, porque me sangran los oídos.

 

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