jueves, 24 de abril de 2014

LA RENOVACIÓN FICTICA DE LOS CONSORCIOS FINGIDOS



La cuestión montañera y la barbaridad sucedida con la subasta de este año, que se corresponde pasado el tiempo con muchos de los de 2002, nos da la medida del problema.

Vamos a creernos que los cinco concejales díscolos de PRC no sabían nada, no se enteraron de nada. A pesar de que cuatro de ellos en 2002 ya eran concejales y que el quinto en discordia, su padre firmó la finalización de un consorcio.

Como hipótesis de trabajo, solo, demos por renovados los consorcios a la vista de los datos. Pensemos en lo que se nos viene encima, y empecemos por los datos.

1.   - El 20 de febrero de 2002, el Alcalde y la Secretario-Interventor, junto con 108 consorciantes, firmaron la finalización de 144 consorcios.
2.   – El 23 de diciembre de 2002 y el 26 de diciembre de 2002, en sendos Plenos se aprobó la renovación de todos los consorcios.
3.   – En esos Plenos se daba poderes al Alcalde (Sr. Izaguirre) para que llamara a todos y cada uno de los consorciantes y firmaran los documentos de renovación de todos los consorcios.
4.   – Desde entonces al día de hoy, nuestro Ayuntamiento ha venido funcionando como si todos los consorcios estuvieran renovados. Se han celebrado todos los años menos uno, 2006, las correspondientes subastas.

En primer lugar, si aquellos 108 consorciantes, firmaron la finalización de los consorcios que tenían es porque desde la Administración, desde el Ayuntamiento, se daba por sentado que estaban caducados. Por lo tanto, siguiendo con esa lógica y esa dinámica, la caducidad de los consorcios y su finalización, tendrían que haber hecho lo mismo durante los años venideros 2003, 2004, 2005 ý así hasta el día de hoy; donde nos encontraríamos con el ciclo completo terminado, la caducidad de los consoricios y su finalización firmada por todos los consorciantes.

Si así hubiera sido, al día de hoy no habría ningún problema. Todos los consorciantes hubieran sido tratados de forma igual, como manda nuestra Constitución. Al día de hoy todos estaríamos felices y contentos.

En segundo lugar, al llegar diciembre de 2002, nos encontramos que el año siguiente había elecciones, el 25 de mayo, y nadie quería perder las elecciones si daban por zanjados los consorcios.

Nuestro Alcalde en vez de plantear el asunto, como decíamos en primer lugar, creyó perder las elecciones venideras si no hacía la pamema de renovar los consorcios, aprobándolo en aquellos dos Plenos. A pesar de la aprobación de renovación de los consorcios, no hizo nada para renovarlos; esto es, no llamó a ninguno de los consorciantes para renovar los contratos. Por lo tanto no los renovó.

En tercer lugar, al no haber renovado ninguno de los consorcios, pues no se firmaron ninguno de los contratos de renovación, ahora nos encontramos que:

a). – En el Ayuntamiento no hay constancia documental, no hay ningún contrato de renovación de los consorcios.

b). – En el Ayuntamiento hay constancia documental de la finalización de 144 consorcios que afectan a 108 consorciantes. En realidad 143 consorcios y solo 107 consorciantes, pues mi amigo Dionisio Olarte Barón, murió sin firmar y sin cobrar la finalización de su consorcio.

Finalmente. Una de dos o se renovaron todos los consorcios o no se renovaron. Si se renovaron, estos 144 consorcios están renovados también. Si no se renovaron estos 144 no se ha renovado ninguno; pues no hay constancia documental que se hayan hecho los nuevos contratos en el caso de los 144 ni en ninguno de todos los demás consorcios.

En conclusión:

No caben dudas de que los consorcios no han sido renovados jamás, pues no hay constancia documental de tales contratos en el Ayuntamiento. Todos los consorciantes saben que no han firmado ningún contrato de renovación de los consorcios. Algunos consorciantes (107) saben que firmaron la finalización de 143 consorcios que tenían entre todos, cada uno sabe íntimamente de los suyos. Luego todos los consorciantes saben que no tienen consorcios vigentes, que están todos caducados y no han sido renovados.

Hasta ahora han venido fingiendo, consorciantes y ayuntamiento, que tenían los consorcios renovados; pero al encontrarse con los documentos que impiden que 143 consorcios sean cortados a nombre de los fingidos consorciantes (107), el ayuntamiento dice que esos no pueden cortar. El problema es que hay otros muchos fingidos consorciantes que al no haber tenido que firmar, en claro trato discriminatorio, la finalización de sus consorcios, si pueden cortar; siempre y cuando se siga con la ficción, claro está.

Estos cinco concejales, ya hemos dicho que desconocedores del asunto, al enterarse se han quedado de piedra y manifiestan que lo van a solucionar, que harán todo lo posible para solucionarlo. Y yo les voy a creer.

Si su intención es buena, y yo lo creo, solo tienen que hacer una cosa. Tienen que forzar al Alcalde para que firme los contratos de renovación de los consorcios de esos 107 consorciantes, tal y como se aprobó en los Plenos de 23 y 26 de diciembre de 2002. Es la única posibilidad.

Es posible que el Alcalde se oponga y no quiera hacerlo. No importa. El pasado día 8 de abril, el Sr. Alcalde hizo el Decreto de Delegación de todas sus funciones, en la Concejal 2º Teniente de Alcalde (BOC de 23 de abril de 2014, núm.: 77), que reza literalmente:

Delego la totalidad de las funciones de la Alcaldía, en los términos del artículo 23.3 Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladoras de las Bases de Régimen Local, durante el periodo de mi  baja por enfermedad en la segunda teniente de alcalde, Dª Rosalía García Diéguez.

SEGUNDO.- La delegación comprende las facultades de dirección y de gestión, así como la de resolver los procedimientos administrativos oportunos mediante la adopción de actos administrativos que afecten a terceros”.

Y visto que la Concejal ha aceptado la delegación, bien puede realizar los contratos de renovación que aprobaron los citados plenos, de forma que estas personas y sus consorcios sean renovados.

¿Qué se apuestan que esto es, precisamente, lo que no va a ocurrir?

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