Del indecente batiburrillo del Pleno
de 25 de marzo de 2021, hemos de sacar algo positivo. Lo principal es, una
lección de todo lo que no deben hacer los concejales en los Plenos: No
respetaron la autoridad de la alcaldía. No respetaron los turnos de palabra. Alardearon
de malos modos y formas poco educadas de tratarse. Hasta un debate entre la
Secretaría Intervención interrumpiendo el turno de un concejal, hemos tenido
que soportar. Tan lamentable espectáculo es digno de patio de colegio.
A la secretaría Intervención no
se le entiende, por bajo volumen al no usar el micrófono; excepto cuando se
enzarzó con el Sr. Izaguirre, pues en el calentón que no debiera permitirse
ningún funcionario, levantó suficientemente la voz y no le hizo falta el micro.
Si entiende que viene siendo atacada, menospreciada, vilipendiada, acosada por
algún concejal o algunos concejales, debiera dirigirse al juzgado pertinente,
pues cesterronearlo en un acto público no la beneficia en nada.
Cuando desde la propia
Secretaría, la Alcaldía y la Concejalía de Hacienda se reconoce que no les da
tiempo a tramitar, por completo, en tiempo, los expedientes, están reconociendo
que les falta el personal funcionario suficiente y necesario para tales fines. Por
eso mismo, debieran ponerse manos a la obra en la reorganización del
ayuntamiento y empezar a hacer las políticas de personal necesarias para acabar
con ese déficit; de forma que el ayuntamiento cumpla con sus dos principales máximas:
la eficacia y la eficiencia. A ver si es verdad que se han dado cuenta o van a
seguir mandando los trabajos a empresas privadas y, lo principal, la
tramitación de los expedientes seguirán sin hacerse; y cuando se hace, tarde,
mal y a destiempo.
Todavía nos quedan dos años para
seguir comprobando que con esta clase política de los dimes y diretes, del y tú
más, del pues anda que tú, no vamos a llegar a buen puerto. Es más, no
llegaremos a ningún puerto. Navegando a la deriva lo más probable es encallar
contra las rocas.
¡Tierra, tierra! Gritó el grumete
desde lo más alto del palo de mesana. Lo que no dijo el cabroncete es que era
un acantilado rocoso.
Si 20 años no es nada, dos son el
10% de la nada más absoluta.
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