Feliz Año Nuevo a todos los
guriezanos. Yo se lo deseo de veras. No es una fórmula de buena educación ni
por quedar bien.
Les he dejado tranquilos estos
días para que disfrutaran de estos días. Y dejé pasar por alto uno de los
últimos artículos de Maki, en Guriezo News. Ese en el que nos cuenta una de
neofascistas que se dedican a amenazar al mensajero.
Qué pobre final de año han
tenido. En vista de que carecen de lo más básico se arman de la amenaza como
argumento. Qué falta de madurez, de decencia, de inteligencia, de respeto a los
demás. Pero eso sí, no les duele lo más mínimo pedir lo que no están dispuestos
a dar. Exigir lo que no están dispuestos a conceder. Y esto es así porque no
nos ven como adversarios, sino como enemigos. Nos privan de la condición de
personas cosificándonos y cuando llegue el momento, esperemos que no, podrán
tranquilamente cumplir con sus amenazas. Pensando que hacen un favor a la
sociedad, además.
Estos neofascistones no quieren
ser conscientes que del mismo modo en que ellos cuentan mil mentiras, otros
como Maki procuran cumplir con una función social. La función social de contar
la verdad, de contar las cosas que pasan y nos pasan. Porque no es que nos pasa
la vida, nos atraviesa. Por eso nos suceden cosas. Por eso reaccionamos ante la
vida y hacemos otras cosas, para reparar los daños de tanto atravesamiento.
Sirva esto de homenaje a Maki y
otros menos conocidos que se empeñan en contar la verdad. Mi solidaridad va
para y con ellos.
CONTINUANDO CON LA FUNCIÓN SOCIAL A LA QUE SOMOS LLAMADOS
En días pasados se publicó el
Bando para las ayudas, subvención, de los libros de texto de sus hijos de
ustedes. Como me gusta decir las cosas cómo están, hay que hacer un poco de
historia. Allá por 2003 fue el PRC quien instauró esta subvención, que consistía
en subvencionar al 50 % los gastos de los libros de texto de sus hijos de
ustedes. Pero no de todos los hijos de ustedes. Solo de aquellos que estudiaban
en los centros públicos, de Guriezo en primaria y de Castro y Laredo en
secundaria. Lo que suponía ya una discriminación de gran calibre pues aquellos
chavales que estudiaban en centros privados no recibían la ayuda o subvención. Por
otro lado la regulación de esta subvención iba incrustada en los presupuestos a
través de la Bases de ejecución de los presupuestos, sin que existiera un
reglamento como dios manda y público.
Llegado el año 2007, con el
tripartito de entonces, se aumentó al 100% la ayuda o subvención para todos. Pero
siguió la cosa sin su correspondiente reglamento.
Volviendo en 2011 el PRC a las
obligaciones del gobierno local, se dieron los pasos para reducir y recortar al
máximo esta subvención y de nuevo, sin reglamento alguno, a la discriminación
de nuestros chavales.
Ahora, con el nuevo tripartito y
la primera Alcaldía socialista, cumpliendo con el programa electoral y el pacto
de gobierno, se vuelve a dar la subvención al 100 %, en la mayoría de los casos
y sin discriminaciones entre lo público y privado. Eso hemos ganado. Pero hemos
ganado más, pues se distribuye la riqueza local dando más ayuda a quien menos
tiene y esto es grande. Pecado que siga sin hacerse el reglamento, de forma que
quede bien regulado y no tengamos la eterna sorpresa de que el próximo que
llegue lo cambie con la minga de la Base 27ª de los presupuestos. Que al menos
se tenga que molestar en modificar todo el reglamento, si quiere recortar.
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