Se ha celebrado hoy el Pleno ordinario del mes de julio. En el orden del
día tenemos, como siempre, aprobación del acta de la sesión anterior. En
segundo lugar, como también es costumbre, hay que levantar los reparos que hace
la Secretaría-Intervención. Desde luego, si los reparos son solo los de las
nóminas de los trabajadores en régimen laboral, sigo sin compartir el criterio
de los reparos; pero allá cada quien con su responsabilidad. Han levantado los
excesos reparadores de la Secretaría Intervención.
Como tercer punto del orden del día nos encontramos, ante el hecho
insólito, por el que un ayuntamiento se autoconcede una licencia de actividad
para el polideportivo. Me pregunto si el ayuntamiento, nuestro ayuntamiento, se
concedió la licencia de actividad de la Casa Consistorial. O si por casualidad,
se concedió licencia de actividad para la Casa de Cultura cuando dejó de ser Casa
Consistorial. Si fue el caso de concederse licencia tal cuando abrió al público
el Albergue de Peregrinos y un largo etc. de locales que tienen actividades
como los diversos centros sociales de algunos barrios.
Si la actividad la celebra la propia administración con sus medios propios,
concederse tales permisos carece de sentido. Pero allá cada cual.
Otra cosa muy distinta es que el polideportivo se vaya a gestionar de forma
privada y el privado, para poder ejercer la actividad, tenga que solicitar y/ o
comunicar, mediante declaración responsable, el ejercicio de la actividad y su
inicio o apertura. Pero insisto, allá cada quien.
La cortina de humo del PRC para poder seguir haciendo oposición a la
oposición, traicionándoles el subconsciente, y seguir machaconamente diciendo
que van a hacer lo que no se ha hecho en los cuatro últimos años… les funciona.
Como cuarto punto del orden del día, vuelven con la cuestión de la adjudicación
definitiva de la subasta de los maderables de los consorciantes.
Sobre esta cuestión hay que señalar lo siguiente:
La adjudicación, propiamente dicha, ya está hecha. Las adjudicaciones
públicas tienen dos partes que se llaman ambas “adjudicación”. La primera es la
adjudicación provisional. Y se llama así, provisional, porque hay que dar un
tiempo para posibles reclamaciones, corrección de errores, etc. Pero la
adjudicación ya está hecha.
La adjudicación definitiva es un mero trámite que hay que cumplir una vez
solucionados los errores, si los hubiera, y las reclamaciones, si las hubiera.
Tras el Pleno del día 10/07/2019, nos encontramos en terreno de nadie. O si
lo prefieren en el limbo absurdo de lo antijurídico. Me explico.
La adjudicación está hecha y solo hay que refrendarla por el órgano de
contratación, el Pleno. Hasta el día 15 de junio de este año, el Ayuntamiento
sostenía que los consorcios están renovados por el Pleno de 23/12/2002. Lo
corroboran además las Sentencias (2 de la Sala de lo Contencioso Administrativo
del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, más el Providencia
del Supremo, no admitiendo a trámite el recurso de casación planteado por
el Gobierno de Cantabria).
Desde el 15 de junio de este año, ha cambiado la alcaldía. Los mismos que
desde 2004 hasta 2015 sostenían que los consorcios estaban renovados por el
Pleno de 23/12/2002, sin previo aviso, cambiaron de criterio negando lo que
ellos mismos habían hecho. Empezaron a sostener que los consorcios estaban sin
renovar y que la solución es hacer nuevos consorcios que, ahora, ya no se
llaman consorcios sino concesiones demaniales. Para el que no lo sepa:
Consorcio y concesión demanial es la misma cosa. Durante toda la legislatura
pasada, cada año, cuando se aprobaba la licitación y la adjudicación, los cinco
se ausentaban del Pleno.
Quien lleva los asuntos al Pleno, con el dictamen favorable, de la
Comisión Informativa correspondiente es el Alcalde y su equipo de gobierno. Si
el alcalde es contrario al asunto, no lo lleva a Pleno. En el caso de la
adjudicación de la subasta con consorciantes era contrario; pero no puede votar
que no y, por eso mismo, no tenía que haberlo llevado al Pleno. Ahora bien, no
llevarlo al Pleno le suponía tener que justificar la Decisión de no
adjudicar o celebrar el contrato y desistimiento del procedimiento de
adjudicación por la Administración, sobre la base del Art. 152 de la Ley de
Contratos de las Admones. Públicas. Y lo que tenía que haber llevado al Pleno
era la Decisión de no adjudicar definitivamente la licitación y los motivos de
desistir.
Por fortuna, superada la fase de idiotismo político, del vótala tu que a mi
me da la risa, ha reinado ¿la cordura? y, tras cogerse las manitas, se han
dicho:
—A la de una, a la de dos y a la de tres…. ¡SI!
Todos juntos como en el parvulario. ¡Señor, qué tropa!
Ahora solo queda esperar que los otros del PRC, Partido de Revilla and Company,
sigan con su idiosincrática manía de joder a los guriezanos con consorcio. Qué
se apuestan que no lo hacen, que no pleitean la subasta de 2019.
Si me equivoco, es que les intuyo poco. Si acierto, el discurso de las nuevas
concesiones demaniales (como en Otañes, Sámano y Ampuero) se les va al traste.
Como se les va al traste a los usurpadores de terrenos públicos (se
autodenominan arbitrarios, hay que joderse), su pretensión de colarse de rondón
en el listado de las nuevas concesiones demaniales.
No se si a los presentes, ante el folklor que se montó seguido de la Moción
de los Grupos Municipales VxG, PP y SG, para que se renueven los contratos y
convenios con la trabajadora del Consultorio y el Servicio Cántabro de Salud,
recuperando así el servicio; les pasó inadvertido un suceso extraordinario.
Suceso que viene a demostrar que el equipo de gobierno es un conjunto vacío. La
Concejala socialista presentó una proposición para que le contraten un asesor.
Y yo estoy de acuerdo con esa medida, pero sus socios de gobierno no están por
la labor.
Así que esa proposición como la segunda moción de los grupos municipales
VxG, PP y SG, para que se cree la plaza y puesto de Tesorero Recaudador,
quedaron pendientes de verse por la suspensión del Pleno. Al rico barullo.
Es 24 de julio de 2019 y en el Boletín Oficial de Cantabria sigue sin
publicarse los nombramientos y las delegaciones de funciones. Cuarenta días y
500 noches.
