Ahora que vamos despacio,
Vamos a contar mentiras
Tralará, vamos a contar
mentiras…
En una noche de invierno he llegado a la alcaldía. Seré alcalde por un día.
Me encuentro cien documentos, permítanme que me ría. Son otros tantos problemas
que yo no desearía. Meto los ojos cansados, entre la paginería y al llegar a la
cincuenta, encuentro lo que quería.
Inimawater me dice que pasa de porterías. Que me cierra la oficina porque
en Castro atendería a todos los guriezanos. Si en impuestos viene bien ir hasta
Torrelavega, por unas gotas de nada, Castro merece la pena. Ascan permitió el contrato de gran
administrativa, pero a ellos no les conviene hacerla castreña.
Así que pienso en la peña que me aúpa cada día y decido de un plumazo,
ponerla al centro de día. Veo que ya no está en uso, el centro de los mayores y
un ramalazo me dice que si tiene algún carnet…; ¡dónde está el furgón rediez!
Me servirá pa cumplir, mi promesa electoral, de llevar al hospital al guriezano
malito, gratis como debe ser.
¡Ay, que me lo han robao! ¡Ay, que ha desaparecido! Y ya me acucian las
deudas ¿En qué punto me he perdido?
Bueno, ya lo encontraré que en Liendo, visto por ver, tengo uno parecido. Así
que buscaré otro hueco. Rebuscaré por ahí y al cambiar el mercadillo seguro que
encuentro algo.
Pasemos al cincuenta y uno. No quepo en mi de alegría, pues me dice
Flexiplan que el contrato que tenemos, algo de salud y tal, acaba de tener
dignamente su final. Si queremos repetimos por un añito ¿qué tal? Pues me lo
voy a pensar y ya te digo mañana. A este le digo mañana que a otra cosa
mariposa. Lo mío es genialidad, en cuantito que me diga Inimawater que ya, la
administrativa acuática me hace un salto mortal y al consultorio que va.
Ya se me ha acabado el día algo productivo “y ya tal”.
“Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí
el suyo beneficio político”
Que lo disfruten, aunque solo sea por lo cortito que me ha salido.
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