La “voluntad política” es una figura, una institución política, por la que
sin ella no se puede hacer nada. Si no hay voluntad política de hacer, por
ejemplo, un campo de futbol municipal, nunca se hará esa instalación deportiva.
La voluntad política es, al fin, el motor de las acciones del ayuntamiento
de cara al municipio y su población. Quiere esto decir que por mucho que
pidamos los ciudadanos o por mucho que nos prometan en campaña electoral, sin
voluntad política de hacerlo, esas peticiones y promesas serán papel mojado.
Grandes ideas y grandes promesas vaciadas de contenido por falta de voluntad
política.
LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA
La participación ciudadana es una figura, una institución política y jurídica,
sujeta a la voluntad política de la que hablábamos antes. En una democracia
como la nuestra, la participación ciudadana está legislada (institución
jurídica) y se basa en, precisamente, que existe esa voluntad política de que
los ciudadanos participen activamente en la conformación de la voluntad
política de hacer.
La participación ciudadana está bien regulada en cuanto a la participación
representativa. Esto es, ustedes votan a unos representantes que deciden lo que
se ha de hacer. Otra forma de participación es la participación directa en la
que los representantes, previo a tomar ciertas decisiones, consultan a la
ciudadanía. Valga de ejemplo “los presupuestos participativos” (Porto Alegre, Brasil,
1988); por los que los vecinos, junto con sus representantes locales, deciden
qué es prioritario, su ubicación, etc., sobre aquello que se quiere hacer.
Perdonen ustedes la chapa, así a la ligera, sobre teoría política o
filosofía política de pequeña escala.
CONTINUANDO CON EL EJEMPLO. EL CAMPO
DE FUTBOL.
El primer caso de presupuestos participativos que se dio en España fue en
Idiazabal (buenos quesos). Idiazabal (Gipuzkoa) es un pueblo del tamaño de
población de Guriezo y tenían (1996) el mismo problema que nosotros con su
campo de futbol. En terrenos privados el nuestro, el suyo toda la instalación
era privada. Todo el mundo está y estaban de acuerdo en hacer un campo de
futbol de, y para, los vecinos. Ellos tenían el problema principal de donde
ubicarlo. El ayuntamiento quería hacerlo junto a la autopista A8, los vecinos
no eran de la misma opinión. Llegaron a un acuerdo por votación popular y
triunfó la opción de los vecinos. Curiosamente, al igual que nosotros, en
Idiazabal en 1996 no tenían presupuesto suficiente para hacer el campo de
futbol; pero así empezaron y empezaron bien. Haciendo las consultas necesarias
y participando todos los vecinos, para que fuera y sea un proyecto de todos. Ya
ven ustedes qué cosas.
Algo así, nos pasó con el polideportivo. Muchos de ustedes ni se acordarán,
pero se lo recuerdo yo.
EL POLIDEPORTIVO
Desde 1999 el PRC venía prometiendo un polideportivo. Hasta 2006 no se
hicieron los primeros movimientos para llevarlo a cabo. El problema fue que
querían ubicarlo, donde hoy está hecha la ampliación del colegio, tapando la
luz de las viviendas que allí existen. Para ello, el PRC permutó parte de los
terrenos de Los Peñales (para dotaciones y servicios) haciendo las viviendas sociales,
por los del colegio; con ello nos privaron de un buen espacio para el campo de
futbol.
Con todos los problemas que el propio PRC nos ha ido poniendo; no
construyendo el polideportivo entre 2013 y 2015, por incapacidad supina; hasta
evitar que nos dieran la correspondiente subvención, por maldad innecesaria
renunciando a su propio proyecto; ahora nos encontramos con el modelo de
gestión. Y aquí vuelve a entrar en juego la voluntad política.
LOS MODELOS POSIBLES DE GESTIÓN DEL
POLIDEPORTIVO
El polideportivo es propiedad de todos los vecinos, como todo lo que es
público. A la hora de gestionarlo lo podemos hacer, siempre dentro de la ley,
de tres formas:
a). – Gestión municipal, con personal municipal.
b). – Gestión privada, una empresa privada con su personal.
c). – Empresa mixta, ayuntamiento y empresa privada, con su personal.
Yo abogo por la gestión municipal. Parto de la base de que siempre es más
barato cubrir los gastos del servicio que añadirle el beneficio legítimo que
cualquier empresa privada ha de obtener.
Parto de la base, además, de que no es cierto que los privados gestionan
mejor que lo público. Y a las pruebas me remito:
1.
- El servicio
de aguas que con la gestión privatizada nos sale más caro, no está mejor
gestionado y no hay ningún control municipal.
2.
El
consultorio médico que ha mejorado, y tanto, desde que el actual alcalde ha
completado el servicio con una administrativo que es la “Joya de la Corona”,
además de ampliar la asistencia pediátrica y el refuerzo de médico y DUE. Donde
no llegaba el SCS, lo hemos hecho llegar con medios municipales.
Serán capaces nuestros munícipes de sacar a la participación popular la
decisión de la gestión del polideportivo, me pregunto. Yo abogo por ello.
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