No añoro las cinco campañas
electorales que he ayudado a realizar desde 2003 a 2019. Eran campañas
electorales al uso y todos los grupos políticos contendientes se amoldaban a
esos usos. Esto es, un panfleto que llamaremos programa electoral, donde nos
las prometíamos muy felices y algunos por prometer te endilgaban chalets
sociales, mataderos, el oro y el moro. Después de las elecciones teníamos
cuatro años de portero madridista (Buyo).
Te buzoneaban su panfleto, se
hacía algún mitin y a partir de 2007 se empezaron a usar también las redes
sociales.
Pero llegados a este punto, a
esta última campaña, por arte de birlibirloque… desaparecen los programas. Se
han centrado en las redes sociales y el buzoneo se ha suprimido. La realidad de
la modernidad hace que los programas en papel vivan los consorcios y sus eucaliptos,
hayan desaparecido. De forma que ciertas personas de cierta edad que no tienen
redes ni quieren y otros más modernos que dicen que nanay de redes, se quedan
sin programas y sin saber. O de saber, lo sabrán por el filtro que sus
allegados les hagan de lo aparecido en redes. En suma, una mierda.
Desde el inicio de la pandemia,
del bicho malo malote, abandoné las redes, casi. Entiéndase caralibro, el
pajarito azul y el gramo instantáneo. Pues como pueden comprobar sigo con este cuaderno
de bitácora o blog.
Me había propuesto comentarles
los programas de los diferentes grupos, excepto VOX, pero se me hace difícil,
por ausencia de redes. Los más jóvenes pasan de estas redes sociales y
prefieren TikTok, Twitch, que no son las que usan nuestros grupos políticos
locales.
Los de mediana edad, algo pían de
estas redes usuales. Los talluditos, algunos sí y otros no. Los jubilados y los
de la senectud, cuatro sí y casi mil no llegan.
Ya estamos a más de la mitad de
campaña, solo quedan cinco días y nuestros coleguillas aspirantes a cargos
electos se olvidan de más del 60% de la población guriezana. Ante la inmediatez
de las redes y olvidándose de lo etéreo de los contenidos de las mismas, les
dejan a ustedes sin programa y sin posibilidad de comparar. Luego, algunos, se extrañan
de la cantinela del “son todos iguales” e incluso algunos menos, se ofenden por
ello, oye.
A donde quiero llegar con esto.
Pues, casi que ni yo sé a qué cuento vienen estas mis divagaciones o
divagamientos.
Tras un café y unos cuantos
cigarritos (mal vicio es, lo sé), retomo el argumento con la promesa de dejar el
vicio.
Nuestros aspirantes no tienen ni
la más pálida idea de la población que hay en Guriezo. Los distintos segmentos
de población, quiero decir. La realidad sociológica guriezana la ignoran.
Ignoran que unos 360 infantes e
infantas, son menores de edad y no votan. Pero intentan calentar las orejas de
los padres, que sí votan, con cubiertas de parques precarios y reparación de
otros sin cubrir. Viva la lluvia que llena pantanos y evita cortes de agua.
Ignoran que entre los jóvenes hay
cuatro años de nuevos votantes, que rondan los 250 chavalotes. Lo ignoran todo.
Porque no les han consultado nada, como siempre. Si quieren conocer estos datos
pinchen (AQUÍ)
Y así, suma y sigue. Me rechina
mucho, por ejemplo, que el PRC guriezano use el lenguaje cuartelero del PP
nacional, diciendo aquello del gobierno [local] Frankenstein; porque otros realizaron
un “pacto” tras romper el propio pacto con el PSOE guriezano. Me molesta que
Cantabria Distinta, digan que son distintos, siendo un reducto de los restos de
Ciudadanos y hagan una campaña en Facebook idéntica a la del PRC y el PRC les
copie algunos argumentos. Me entristece que Vecinos x Guriezo haga una campaña
contraria a ensalzar sus potenciales, tirando de ventilador, sin explicar de
qué va el ventilador. Por cierto, los únicos que han publicado su panfleto
completo, aunque no lo hayan buzoneado. Me mosquea que el actual PP se
entretenga en las cocinas sin publicar su programa. Me desilusiona Somos
Guriezo, porque siguen igual. Y me sorprende el PSOE, desaparecido tras el
pacto ruptural y no se sabe si se les espera.
Han pasado cuatro años de la
última convocatoria y ninguno ha aprendido ni aprehendido nada. Por eso mismo
mi hartazgo, mi desinflado, mi desilusión. Como lo que no mejora empeora, pues
eso. Vaya mierda.